viernes, 17 de febrero de 2012

DIOS AL PODER


(Una lectura comentada sobre el libro “La Revancha de Dios” de Gilles Kepel)

GOD POWER
(A reading commentary on the book "The Revenge of God" by Gilles Kepel)

Públicado en : http://revistas.upb.edu.co/index.php/analecta/article/view/1083/982


Por Carlos Gustavo Rengifo Arias[1]

Resumen Analítico

El presente artículo tiene como objetivo hacer una lectura comentada del libro “La revancha de Dios” de Gilles Kepel en donde estudia la relación entre la política y la religión, ejemplificando que esta relación ha estado presente en los últimos acontecimientos internacionales en el Cristianismo, en los seguidores del Islam y del Judaismo. Mi aporte personal consiste en mostrar que esta relación también ha estado presente en el Budismo, proceso del que no da cuenta Gilles Kepel en su libro. Es importante abordar este tema, para entender, como por ejemplo desde hace algún tiempo una gran cantidad de monjes budistas en Myanmar (antes llamado Birmania), han venido liderando protestas en contra del régimen militar que está en el poder.

El interés de comentar esto no es simplemente casuístico, sino que comporta una reflexión que no se encuentra en el texto de Gilles Kepel, esto es, que a diferencia de los procesos de re-cristianización, re-islamización y re-judaización que han surgido desde los 70´s como negación de la modernidad, el Budismo en particular como religión nó-teista reivindica valores modernos como la democracia; por lo menos esta es la reflexión que dejó las palabras pronunciadas por el Dalai Lama en París a propósito de la celebración de los últimos juegos olímpicos realizados en China.

Palabras claves: Religión, Política, Cristianismo, Islamismo, Judaísmo, Budismo


Analytical Summary

This article aims to make a commented reading the book "The revenge of God" by Gilles Kepel where he studied the relationship between politics and religion, illustrating that this relationship has been present in the latest international developments in Christianity in followers of Islam and Judaism. My personal contribution is to show that this relationship was also present in Buddhism, a process which does not account Gilles Kepel in his book. It is important to address this issue, to understand, such as for some time a large number of Buddhist monks in Myanmar (formerly Birmania), have been leading protests against the military regime in power.
The interest is not simply discuss this casuistic, but entails a reflection that is not in the text by Gilles Kepel, that is, unlike the re-Christianization processes, re-Islamization and re-Judaizing that have emerged from the 70's as a negation of modernity, Buddhism in particular as a non-theistic religion claims modern values such as democracy, at least this is the reflection he left the words of the Dalai Lama in Paris on the subject of the conclusion of the last Olympic games made in China

Keywords: Religion, Politics, Christianity, Islam, Judaism, Buddhism


El Castigo de Dios
(A manera de introducción).
 “Señor, ayúdame a buscar en primer lugar tu voluntad.
Libérame de las preocupaciones sofocantes de la vida cotidiana.
Concédeme la serenidad de los lirios del campo y de los pajaritos,
Que no se angustian por su supervivencia”
Fuente: Lectio Divina
Vicerrectoría Pastoral 10 Años 
Meditación Diaria N° 126,
Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín

Parece ser que hoy, como nunca antes, la humanidad está atrapada por una terrible sensación de temor frente al futuro, y sobre todo, frente al presente más cercano. No es sino encender por un instante la televisión, para observar situaciones en verdad catastróficas: inundaciones, tormentas, contaminación ambiental, destrucción de la fauna y la flora, pobreza, hambre, guerra, terrorismo, etc. Al ver esto muchos prefieren apagarlo, otros ignorarlo creyendo que dichas cosas no le afectan, y otros, un poco más preocupados por el devenir de la humanidad se preguntan: ¿Qué ha pasado?. La respuesta más en boga a esta situación es que algo ha fallado en este largo sueño de la modernidad.

Para los que de alguna manera se han acercado al cine y sobre todo a aquellas películas con temáticas apocalípticas que narran los problemas contemporáneos de la humanidad, no es de extrañar en estas la presencia de algún “pastor” gritando vehementemente a sus seguidores y espectadores: “¡Esto es castigo de Dios!, ¡Nos hemos alejado de él y a él debemos volver!”

Un ejemplo de hasta qué punto el devenir de la humanidad, y en particular el de la economía, se hace depender hoy de la voluntad divina lo demuestra una noticia recientemente publicada en la web que “daba cuenta” de los efectos de la oración de un grupo de religiosos norteamericanos sobre los precios del petróleo:
Un veterano activista comunitario, Rocky Twyman, de 59 años de edad, comenzó una serie de reuniones llamadas "Pray At The Pump" ("Rece en las gasolineras") en abril. Desde entonces, el precio promedio de la gasolina en Estados Unidos ha caído de más de US$4 el galón (3,78 litros) a US$3,80."No hay nadie más a quien podamos pedirle ayuda, excepto a Dios", le dijo Twyman a la BBC. "Tenemos que poner estos problemas en manos de Dios y no del hombre", añadió. Su primer peregrinaje a una gasolinera tuvo lugar cuando se dio cuenta de que otros activistas de la Primera Iglesia Adventista del Séptimo Día en Petworth, un barrio obrero de Washington, la capital estadounidense, estaban en apuros debido a los altos precios de la gasolina. Twyman los invitó a rezar en una gasolinera local de la compañía Shell. Desde entonces, ha dirigido reuniones similares en todo el país. "Estábamos en Huntsville, Alabama, y en cuanto terminamos de rezar los dueños salieron y bajaron los precios", dijo Twyman. "También tuvimos un éxito maravilloso en St Louis, Missouri", agregó. Esta semana el grupo regresó al sitio de la reunión original para celebrar. Cantaron un famoso himno del movimiento estadounidense de los derechos civiles, "We shall overcome" ("Venceremos"), pero le cambiaron la letra: "Bajaremos el precio de la gasolina". Twyman se muestra escéptico de que la caída de los precios se pueda deber a las fuerzas del mercado. No obstante, él y sus compañeros del activismo espiritual han cambiado sus hábitos a la hora de conducir sus automóviles. "No sólo creemos en la oración. Creemos que no sirve de nada tener fe y no actuar", dice. "Por eso, instamos a los demás a que compartan sus automóviles con otras personas y a que organicen mejor sus días, ya que se trata de combinar la fe con estos otros factores", explica. El grupo asegura que no se dormirá en sus laureles y seguirá tratando de bajar los precios de la gasolina. "Le damos gracias a Dios por concedernos estas pequeñas victorias y esperamos logros todavía mayores" (el resaltado es mío), dijo Rocky Twyman (Wood & Shmueli, 2008)
No menos sorprendente es escuchar en Norteamérica posiciones que justifican la guerra en Irak como “voluntad de Dios”. En efecto, la gobernadora de Alaska y en aquel entonces candidata republicana a la presidencia de Estados Unidos en el 2009, Sarah Palin, afirmaba, tres meses atrás, que Estados Unidos envió tropas a la guerra de Irak para efectuar una "tarea que viene de Dios". En sus propias palabras decía: “Nuestros líderes nacionales los están enviando para realizar una tarea que viene de Dios", - dijo ella- "Tenemos que asegurarnos de que estamos orando por eso, que hay un plan y ese plan es el plan de Dios” (AP, 2008)
Además, en un discurso en el mes de junio ante estudiantes del ministerio evangélico en su ex iglesia, Palin los exhortó a que oraran por un plan para construir una tubería de gas natural en el Estado, de 30.000 millones de dólares, nuevamente afirmando que se trata de "la voluntad de Dios". Decía a los estudiantes:
…mientras los estudiantes prediquen el amor de Jesús a lo largo de toda Alaska, trabajaré por realizar la voluntad de Dios desde mi puesto como gobernadora, incluyendo la creación de trabajos para la construcción del gasoducto que lleve gas natural desde North Slope hacia el sur. La voluntad de Dios tiene que hacerse con la unificación de las personas y las compañías para conseguir que se construya esa línea de gas, así que oren por eso (AP, 2008)
La desilusión religiosa con la modernidad[2] y su nuevo revival la aborda Gilles Kepel (1995) en su libro “La Revancha de Dios”, en donde aborda esta discusión de vital importancia para la compresión de las relaciones internacionales en las últimas décadas: la relación entre religión y política, manifestada desde mediados de los setentas con el surgimiento, en forma paralela, de procesos de re-islamización, re-cristianización y re-judaización, que pretenden que lo religioso sea nuevamente un elemento identitario, unificador y central de lo social.
La tesis central de kepel es la siguiente: Las religiones más importantes quieren refundar la sociedad sobre bases teocráticas frente al fracaso de la modernidad. En este ensayo se presentaran y se re-afirmarán los argumentos que la sustentan pero además se complementara el análisis con una relación que no tiene en cuenta el mencionado autor: la presencia de una relación existente, entre la religión budista y la política.

Mi hipótesis respecto al nuevo “revival” religioso es que en realidad la religión fue, antropológica e históricamente hablando, el primer ejercicio de construcción de normas necesarias para la convivencia social, una forma mística o metafísica de política, si se quiere, en la que las normas necesarias para la sociedad emanaban de un ser superior, e implicaban la imposibilidad de que el ser humano en su devenir social pudiera construir autónomamente sus normas.[3] El nuevo revival religioso seria la expresión de la desilusión por aquello que olvidó y relegó lo religioso: la modernidad.

El análisis en este artículo ha querido privilegiar los elementos comunes y distintos de dichos procesos, es decir las características generales que se desprenden del análisis de Kepel, obviando el abundante acerbo de acontecimientos históricos y protagonistas presentes en él.

A continuación se presentan las características más esenciales y las reflexiones más importantes presentes en el libro de Kepel:

1. El conflicto entre utopía secular y doctrina religiosa, o si se quiere, entre modernidad y religiosidad.
2. Las estrategias de los movimientos religiosos para “tomarse el poder”, “desde arriba” o “desde abajo”.
3. La utilización de procedimientos violentos para alcanzar sus objetivos.


I. EL CONFLICTO ENTRE UTOPIA SECULAR Y DOCTRINA RELIGIOSA.

El elemento más común y que hace presencia, según Kepel, en todos los “revival” religiosos, es el conflicto que se genera entre las utopías seculares[4] y unas doctrinas religiosas reafirmadas que invocando el mundo trascedente inducen a la ruptura con los laicos y descalifican el mundo. Las crisis económicas, ambientales, el exceso de armamento, la juventud descarriada y sin futuro, en fin, todos los problemas de la humanidad son tomadas como “señales”, que son producto, independiente de que religión se trate, del olvido de las leyes de Dios.

En efecto, en todos los movimientos religiosos existe una posición constante, según Kepel, que reafirma lo que anteriormente dijimos: la modernidad que comenzó con la ilustración (caracterizado por un privilegio de la razón y excesivamente segura de sí misma) ha llegado a su fin y el olvido de lo religioso es la culpable de los problemas de la humanidad. El olvido de lo religioso implica una consecuencia importante para el creyente: hay que refundar la sociedad rescatando el mensaje divino plasmado en los textos sagrados. Este proceso de “ruptura” con la modernidad comienza a darse de manera acelerada desde los 70´s. Como lo dice el mismo Kepel: “este discurso, a través de sus múltiples expresiones propone la superación de una modernidad fallida a la que se le atribuye los fracasos y frustraciones provenientes del alejamiento de Dios” (Kepel, 1995)

Este proceso de ruptura tiene sus orígenes entre 1977 a 1979, fechas en las que se da un vuelco dentro del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam de la manera en que se muestra a continuación:

a. En el Judaísmo: Mayo 1977, llega Menahen Begin al poder en Israel, representante de los sionistas religiosos que habían sufrido un eclipse y vuelven a la actividad multiplicando las implantaciones judías en territorio ocupado, poniendo en entredicho la tradición sionista dominante (Laica y Socialista) y rescatan nuevamente la expresión pública de la fe, la imposición del rito, etc.

b. En el Cristianismo: En Septiembre de 1978 es elegido Papa el Polaco karol Wojtyla, poniendo la defensiva contra la corriente “católica de izquierda” o Teología de la Liberación y proclamando la necesidad de “testimoniar mediante la experiencia comunitaria la necesidad de que los hombres reencuentren a Dios para salvarse y señalar el camino para reconstruir la sociedad sobre preceptos morales”[5]. Estas serian las bases de las comunidades carismáticas de las cuales se hablará más adelante.

c. En el Islam: En 1979 el proceso de re-islamización se abre con el regreso del Ayatolá Jomeini a Teherán seguido de la proclamación de la República Islámica y se cierra con la bomba a la gran mezquita de la Meca. Los movimientos islamistas comienzan a re-islamizar en la vida cotidiana las costumbres, reorganizando la existencia individual partiendo de los mandatos sagrados.

Según Kepel los nuevos creyentes reprochan a la sociedad los siguientes aspectos:

1. Su desmembramiento, su anomia, la ausencia de un proyecto común al cual puedan adherirse.

2. Piensan que la modernidad producida por una razón sin Dios no ha sabido engendrar valores. Esto se refuerza por aspectos socioeconómicos como la caída del Estado providencia, los regímenes totalitarios, las crisis económicas, que finalmente pusieron al desnudo, según los nuevos creyentes, que las angustias y las miserias humanas no han podido ser solucionadas por la razón (vacuidad de las utopías Liberal y Marxista).

3. Aunque los movimientos religiosos se propongan superar la modernidad parece que a corto plazo no tienen por meta la toma del poder y la transformación revolucionaria de la sociedad.

En general, estos procesos de reorganización de la sociedad, son en el fondo, como dice Kepel, “corrientes de pensamiento que exigen para el orden social un fundamento religioso” (Kepel, 1995) Y como base para re-fundar la sociedad con lo religioso como centro se apela a una metáfora en la que se cree que la sociedad está en tiempos pre-religiosos, imbuida en un estado de “ignorancia” y perdida en su devenir.

En el caso del Islam esta metáfora será llamada “Yahiliya”, en la que Sayid Qutb (líder islamista de la época) consideraba que la sociedad de entonces estaba en una situación de “ignorancia” ó “barbarie”, estado anterior a la predicación del profeta Mahoma. En este sentido el verdadero creyente debía romper con dicha situación e instaurar el Estado Islámico. Para Sayid Qutb los practicantes del Islam ya no adoraban a un único dios (Alá) sino a uno semejante a ellos (se refería al gobernante de turno, Nasser), había que romper con este estado y esto era solo posible si una serie de creyentes emprende la reconquista de la sociedad después de haber roto con ella.

De igual manera, desde los movimientos religiosos cristianos y en especial a partir de la elección de Karol Wojtyla como papa y de sus prefectos más importantes, el cardenal Lusstiger y el prefecto Ratzinger (hoy el Papa Benedicto XVI), se comienza a creer en la idea de que se está en los “inicios de la era cristiana”. Es decir, se parte de la idea de que todos los hombres están en peligro y que no podrá salvarlos ningún mesianismo terrestre. El origen de este peligro ha estado en la hegemonía de la razón sobre la fe y el olvido de Dios. En palabras del cardenal Lusstiger: “El origen del mal está en el “siglo de las luces” (que ha engendrado el totalitarismo), es decir, una divinización de la razón humana impermeable a cualquier crítica” (Kepel, 1995).

Y al igual que en el Islam, se cree que la soberbia de la razón ha engendrado la idolatría del hombre por el hombre. Además, se parte entre otras cosas del temor de que la ciencia y la técnica escapen al control del hombre. Lo que hace la iglesia católica es poner sus reflexiones y su retórica en concordancia con los interrogantes y angustias de la sociedad europea, es decir, su objetivo es re-cristianizarla. Para llevar a cabo esta tarea existía un  obstáculo importante: en Europa, especialmente en Francia a partir de 1905 jurídicamente se sanciona que lo religioso se queda en la esfera de lo privado. Elegido el cardenal Ratzinger como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe se convertirá en el elemento prioritario para el proceso de re-cristianización el retorno de lo religioso a la esfera pública, es decir reconquistar el derecho público de la fe. Así parece decir el cardenal:

La Iglesia, en el curso de los siglos, ha proclamado y testimoniado con fidelidad el Evangelio de Jesús. Al final del segundo milenio, sin embargo, esta misión está todavía lejos de su cumplimiento. Por eso, hoy más que nunca, es actual el grito del apóstol Pablo sobre el compromiso misionero de cada bautizado: « Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio! » (1 Co 9,16). Eso explica la particular atención que el Magisterio ha dedicado a motivar y a sostener la misión evangelizadora de la Iglesia, sobre todo en relación con las tradiciones religiosas del mundo (Ratzinger & Bertone, 2000)

Para el cardenal Ratzinger el Cristianismo, desde sus inicios, reivindicó una situación de derecho público. Ya antes esto había sido expresado por el cura de Milan Luigi Giussani, para quien el mundo solo adquiría “sentido religioso” para aquellos que atestiguaban expresamente su fe, es decir, el devenir cristiano solo se daría reafirmando socialmente la identidad católica.

Ejemplo del nuevo revival religioso en el caso del catolicismo lo constituye las más recientes palabras del entonces prefecto Ratzinger y hoy Papa Benedicto XVI. El Papa decía en parís que el mundo moderno ha convertido al dinero, las posesiones y al poder en nuevos ídolos que son tan falsos como los que se adoraban en la antigüedad. El Pontífice celebró una misa para unas 200.000 personas en Los Inválidos de París, un complejo de edificios militares iniciado por Luis XIV en el siglo XVII y que alberga el sarcófago de Napoleón Bonaparte, allí decía:

¿No ha creado nuestro mundo moderno a sus propios ídolos?", (recordando a los antiguos paganos que adoraban estatuas de oro y plata). "¿Acaso no ha imitado, quizás inadvertidamente, a los paganos de la antigüedad, al desviar al hombre de su verdadero fin, de la alegría de vivir eternamente con Dios?", "¿Acaso el dinero, la sed de propiedades, de poder e incluso de conocimiento no desvían al hombre de su verdadero destino? (Pullella,& Balmer, 2008)

En el caso del nuevo despertar Judío, se comienzan a crear, en los 70´s, una serie de grupos llamados “Teshuvá” que representan un amplio “retorno al Judaismo” y comienza a darse una separación entre Judios (creyentes) y no judíos. Este movimiento, al igual que en los procesos de re-cristianización y re-islamización, desea romper con las seducciones de la sociedad secular para reorganizar su existencia fundándose únicamente en normas y prohibiciones elaboradas a partir de sus textos sagrados, esto se va a notar desde sus más triviales funciones corporales diarias hasta la organización de la vida social. De hecho, la ocupación de territorios palestinos se va argumentar no en términos políticos y jurídicos sino en términos bíblicos, como legítimos herederos de la “tierra prometida”.



Un elemento interesante y hasta contradictorio en los distintos movimientos religiosos ya sean de inspiración católica o no, es que aunque hay una crítica a la modernidad, esto no implica la negación de la tecnología como elemento evangelizador. Esto es bastante palpable especialmente en el proceso cristiano protestante desarrollado en Norteamérica, en donde lo que se ha construido es un verdadero emporio televisivo alrededor de la fe. Algo que se va a observar en los otros movimientos religiosos es que los otrora científicos o técnicos laicos retornaran al seno de la religión, justificando muchas veces sus hallazgos científicos como prueba de la grandeza de Dios.


 
II. LAS ESTRATEGIAS RELIGIOSAS: LA TOMA DEL PODER “DESDE ARRIBA” Y “DESDE ABAJO”.

Así mismo, de característica común a todos los movimientos religiosos va a ser la estructuración de estrategias “desde arriba” y “desde abajo” que aspiran a re-cristianizar, re-islamizar y re-judaizar la sociedad, apelando a una simbología que recrea, como ya se dijo, “los comienzos de la era cristiana” o el papel de Mahoma y sus discípulos y la re-interpretación de los textos sagrados. Veamos:

1. La estrategia “desde abajo”:

Los movimientos religiosos de re-cristianización, re-judaización y re-islamizacion van a tener algunas características comunes:

a. Proliferación de grupos carismáticos comunitarios, re-cristianizando, re- judaizando y re-islamizando desde lo cotidiano. Nacen en sociedades en donde se ha vivido una secularización profunda con indiferencia por la fe, sobre todo en la juventud.

Por esta razón en los movimientos religiosos tanto de origen Judeo-cristiano como islámico se va a presentar un acercamiento estratégico a los jóvenes y a las universidades[6]:

·        En el caso del protestantismo americano el acceso de los jóvenes evangélicos a la universidad en los 70´s permitirá fortalecer su creencia. De hecho, como lo dice Kepel, entre los protestantes americanos los evangélicos son los que más van a contar con jóvenes adultos. Este tipo de movimientos religiosos van a terminar fundando universidades fundamentalistas, como la “Liberty University” o la “Robert University” que pretenden brindar saber en todos los campos, basándose en la fe revelada por la Biblia y de esta manera será usual que de estos espacios salgan graduados habituados a pensar el mundo a través de los preceptos religiosos.
Es de resaltar el proceso de re-cristianización en la América del norte, allí un poderoso grupo de pastores, apoyados en los medios de comunicación (televisión, radio y prensa) crean grandes comunidades (o corporaciones?) de fe[7], cuyo discurso va a ser totalmente anti-moderno (es el caso de la publicación The Fundamentals publicado en 1910) y en contra especialmente del aborto, la homosexualidad, la pornografía, y a favor de la reconstrucción de la familia[8].

·        Un ejemplo claro en el catolicismo es el movimiento religioso “Comunión y Liberación” en Italia, conformado por universitarios que descubren “el soplo del Espíritu Santo”. Es importante anotar que en el caso del catolicismo europeo la Re- cristianización se había puesto en marcha desde hace 15 años, en oposición hacia la Teología de la Liberación o las posiciones progresistas o marxistas dentro de la iglesia. Es en oposición a la Teología de la Liberación que la re-cristianización estructura su pensamiento político y su actitud social.
El acceso a las universidades y a los jóvenes que se da en todas las religiones hace parte de un combate contra el “humanismo secular”, que construirá una audiencia numerosa que alimentará finalmente los distintos movimientos políticos-religiosos que querrán acceder al poder para cambiar el orden político[9].
b. Su respectivo texto sagrado ya sea la Biblia, el Corán o el Torá van a ser tomados como expresión literal de la verdad divina.

c. Hacen hincapié en la piedad personal y los temas éticos o morales literalmente expresados en sus respectivos textos sagrados.

d. Un compromiso expreso de hacer proselitismo religioso dirigido a ganar adeptos.
e. Los anteriores elementos van alimentar los movimientos político-religiosos que van a intentar acceder al poder “desde arriba”.

2. La estrategia “desde arriba” consistirá en que muchos movimientos religiosos van a querer acceder al poder participando en política, a través de la formación de partidos y/o apoyando a un candidato que sea la representación de sus concepciones morales.

Nuevamente, en EEUU una serie de movimientos religiosos protestantes van a ser los votos seguros para los candidatos que representan la moralidad americana. Resaltan, por ejemplo, la “Mayoría Moral”, que representaran por excelencia la “derecha cristiana”, combinación sin precedentes de preceptos religiosos con fundamentalismo capitalista.

Dentro del proceso Judío también se van a crear grupos “ultraortodoxos”[10] como el  Gush Emunin (bloque de fieles), movimiento religioso nacido al final de la guerra árabe-israelí de octubre de 1973 y que tenían como representantes a Menahem Begin y Moshe Levinger.

Este tipo de movimientos se erigió como bandera de la re-judaización de Israel frente a un Estado y sociedad con concepción laica y socialista del sionismo. Su manera de ver la sociedad sustituía el concepto jurídico de Estado de Israel por el concepto bíblico de tierra de Israel, legitimando, como se afirmó antes, la ocupación de territorios en nombre de del específico pacto entre Dios y el pueblo elegido. Este tipo de movimientos de re-judaización van reclutar miembros nuevos en las filas universitarias (muchos de los cuales antes militaban en las filas marxistas). Además, sus filas también van a ser alimentadas por “arrepentidos” como Mayer Schiller, Shimon Horwitz o Herman Branover (marxista arrepentido) que comenzaron a escribir textos que dan fe de su descubrimiento de la religión y exhortan a los lectores a seguir la Ley de Dios. El llamado es el mismo que en las otras religiones: la sociedad vive en una crisis de valores que sanciona el callejón sin salida de la secularización. Por esta razón, los arrepentidos llaman a descubrir de nuevo el Torá y realizar sus mandamientos. Lo interesante de este proceso es que todos los arrepentidos son cercanos y expertos a las ciencias aplicadas (algo parecido ocurrió en el proceso re-islamizador) y el lenguaje que van a utilizar será en de las ciencias para criticar a la modernidad.

También se va a dar rápidamente la fundación de partidos políticos Jaredim (temerosos de Dios) que buscarán obligar al Estado de Israel a una re-judaización “desde arriba” cuya concreción será la anexión de territorios ocupados y la negación rotunda de retirarse de ellos.

El último transito de los movimientos re-islamistas y re-judaistas será hacia la utilización de actos violentos, muy común y ampliamente conocido en el Islam (aunque no en todas sus expresiones), pero de mayor sorpresa en el Judaísmo. Respecto a esto último, en 1984 la policía israelí detiene a judíos sospechosos de haber asesinado a varios estudiantes islámicos y de atentados contra alcaldes palestinos y de estar planeando atentados con explosivos a las mezquitas de la Roca y Al Aqsa. Aquí lo que ocurre es que dentro del proceso de re-judaización comienza a darse un activismo violento que considera que el Estado es demasiado blando con los palestinos y comienzan a justificar los ataques violentos contra estos.

Estas son pues las hipótesis y las reflexiones que nos da a conocer Gilles Kepel sobre los nuevos procesos religiosos asociados al cansancio con la modernidad.


Acción política y Budismo, una reflexión sobre la revuelta Budista en Myanmar

He querido también abordar la relación entre la política y la religión ejemplificando que esta relación ha estado presente también en el Budismo, proceso del que no da cuenta Gilles Kepel en su libro “La revancha de Dios” por razones que desconozco. Sin embargo, vale la pena abordarlo, para entender, como por ejemplo desde hace algún tiempo una gran cantidad de monjes budistas en Myanmar, antes Birmania, han venido liderando protestas en contra del régimen militar que está en el poder.

El interés de comentar esto no es simplemente casuístico, sino que comporta una reflexión que no se encuentra en el texto de Gilles Kepel, esto es, que a diferencia de los procesos de re-cristianización, re-islamización y re-judaización que han surgido desde los 70´s como negación de la modernidad, el Budismo en particular como religión nó-teista reivindica valores modernos como la democracia; por lo menos esta es la reflexión que dejó las palabras pronunciadas por el Dalai Lama en París a propósito de la celebración de los últimos juegos olímpicos realizados en China.



Budismo y Política: el Budismo Comprometido

El Budismo es esencia una filosofía que tiene como eje de reflexión y de acción el sufrimiento. Según la tradición, el Buda (Siddhartha Gautama) encontró las 4 nobles verdades sobre la vida, a saber:

1. La vida es sufrimiento.
2. Este sufrimiento tiene un origen: el apego, la ambición y el deseo.
3. Es posible superar el sufrimiento, esto se logra renunciando al apego, a la ambición y al deseo.
4. El camino para superar el sufrimiento, es decir, para renunciar al apego, la ambición y al deseo consiste en recorrer el óctuple sendero[11], que es una serie de cambios en la concepción que tenemos de lo que significa la felicidad del hombre y que apunta a transformar la relación de apego que tenemos hacia el mundo, sus cosas y las personas.

Hasta aquí parece que lo que se busca es un revolución, un cambio en la forma en que el individuo se relaciona con el mundo, pero es una revolución individual que parte de la conciencia del sufrimiento, elemento esencial para alcanzar el Nirvana, que es la ausencia del sufrimiento.

Sin embargo, los acontecimientos del 2009 en Myanmar en donde los monjes budistas fueron violentamente reprimidos por el régimen militar que gobierna en el país, por encabezar las protestas contra este, dan cuenta de una creciente relación entre Budismo y política que supera toda aspiración meramente individual y que se manifiesta también como una preocupación por los problemas sociales y políticos y que ha sido llamado Budismo comprometido[12]. Esta relación no constituye una excepción sino al parecer una regla en este país y en otros en donde el budismo se ha implantado.

En efecto, cuando Myanmar, antes Birmania, se independiza de la dominación colonial del Reino Unido, U-Nu, su primer presidente, elaboró un programa que denominó “socialismo budista”. Para este gobernante un auténtico Estado socialista tenía por finalidad promover la igualdad entre todos los seres humanos, desaprobar la codicia, pero a la vez proporcionar tiempo libre para que los ciudadanos pudieran dedicarse a la meditación y buscar el nirvana, la liberación permanente entre el ciclo eterno de muerte y el renacimiento. Este presidente, que mezcló las enseñanzas del budismo con el socialismo, fue derrocado por el Ejército en 1962 y huyó a la India, para luego retornar a su país y convertirse en monje budista.[13]


La junta militar y la revuelta budista

En septiembre del 2009 pudimos ver a través de la televisión un suceso poco usual: una gran cantidad de monjes budistas protestando y encabezando una serie de movimientos populares, en un país cuyo nombre, Myanmar, también pocas veces escuchamos, pero que cada vez resuena más por estar dominado por una dictadura militar que lleva 19 años en el poder[14]. Las manifestaciones de los budistas, como tenía que ser, fueron pacíficas pero sufrieron la represión de la dictadura, un hecho que consternó a la opinión pública mundial.

Pero la represión social del régimen militar sobre la población no es nada nuevo. En 1988, según noticias disponibles, 3000 personas fueron asesinadas en protestas similares.

El régimen es uno de los más brutales y corruptos del mundo, las condiciones de vida de la población se han hundido y han alcanzado un nivel muy bajo. Sus orígenes se remontan a los acontecimientos ocurridos en 1962, cuando Ne Win dio un golpe de Estado y siguió el modelo de la China maoísta, nacionalizando la tierra, la industria y el comercio, y creando un régimen de un solo partido. Incluso adoptó el título de "presidente". Se eliminó el capitalismo y se estableció la economía planificada. Esto ocurrió cuando Birmania era colonia de Gran Bretaña.
Sin embargo, Birmania (ahora Myanmar) nunca fue "socialista", sino que más bien era una horrible caricatura de socialismo, los medios de producción fueron expropiados pero el poder no estaba en manos de los trabajadores y los campesinos: El poder estaba en manos de una elite militar burocrática.

Lo cierto es que el régimen que llegó al poder, tenía una idea particularmente distorsionada de cómo se debería desarrollar la economía. No sólo nacionalizó los altos mandos de la economía, sino también la pequeña parcela de tierra o pequeño negocio. Los efectos de estas medidas lejos de ayudar a desarrollar la economía en realidad contribuyeron a sofocar el desarrollo. El régimen llegó incluso a cerrar las salas de baile, eliminar el turismo y expulsar a los extranjeros. Se convirtió en uno de los regímenes más autárquicos jamás visto, parecido al de Nor-corea.

Aunque desarrolló de alguna manera la economía, las restricciones burocráticas finalmente ahogaron a la economía, particularmente la agricultura. Birmania era el mayor exportador mundial de arroz, pero a mediados de los años setenta apenas producía suficiente comida para alimentar a su propia población. El ingreso per cápita también cayó, de 670 dólares en 1960 a 200 dólares en 1989. La casta burocrática militar rápidamente se convirtió en un freno absoluto para el desarrollo de las fuerzas productivas. El que era un país potencialmente rico se convirtió en uno de los más pobres del mundo.

La situación se complica en los años ochenta. En 1987 el régimen militar anunció que los billetes de banco ya no eran una moneda válida, esta medida destruyó los ahorros de la población y llevó directamente a la insurrección de 1988 que fue ahogada en sangre. En el mismo año, el viejo dictador retirado Ne Win y un grupo de generales tomaron el poder, apartando a codazos a la anterior fracción que tenía el control del Estado. Este nuevo régimen en 1989 cambió el nombre del país a Myanmar, abandonó el nombre anterior de: República Socialista de la Unión de Birmania, convocó elecciones libres en 1990, en donde la Liga Nacional por la Democracia (NLD) de Aung San Suu Kyi's consiguió una victoria arrolladora: el 80 por ciento de la población.

La realidad económica de Myanmar es bastante lamentable, aunque sus estadísticas son difíciles de estimar pues el régimen militar se ha encargado de ocultarlas

·         Se cree que la junta militar gasta más del 40 por ciento de su presupuesto en armas y defensa, en cambio, gasta menos del 1 por ciento del PIB en sanidad y educación juntas.

·         De una población cercana a los 50 millones, la fuerza laboral es de aproximadamente 29 millones, pero el 70 por ciento trabaja en la agricultura. Este sector supone el 50 por ciento del PIB, mientras que la industria sólo representa el 15 por ciento, se calcula que el desempleo supera el 10 por ciento. El PIB per cápita anual en 2006 era de 1.800 dólares.

·         El 10 por ciento más pobre de la población consume sólo el 2,8 por ciento de la riqueza nacional, mientras que el 10 por ciento más ricos tiene el 32,4 por ciento (datos de 1998). Esta situación ha empeorado por que la inflación se disparó y superó el 20 por ciento. Eso explica por qué el 25 por ciento de la población vive por debajo del nivel de pobreza. Existe un riesgo muy elevado de enfermedad, sobre todo diarrea, hepatitis, fiebre tifoidea, dengue y malaria. El VIH se extiende, la esperanza de vida hasta hace unos años era de 62, pero ahora se calcula que estaría por debajo de los 50 años. Esta es una prueba del declive general de la infraestructura en estos últimos años.

·         El grado de colapso de la economía y de la infraestructura general se puede ver en el hecho de que el tráfico de personas se convertido en la principal exportaciones del país, con hombres, mujeres y niños llevados al Este y Sudeste de Asia para la explotación sexual, el servicio doméstico y el trabajo forzoso. Muchos de los emigrantes de Myanmar terminan como esclavos laborales y las mujeres obligadas a ejercer la prostitución. Aunque el país es rico en materias primas, se ha convertido en el segundo productor mundial de opio. Esta situación es una absoluta condena de estos oficiales del ejército corruptos que están ocupados en acumular riqueza personal mientras millones sufren una  pobreza extrema.

Esta situación se agravó cuando el régimen anuncia en agosto de ese año, medidas económicas severas, retirando los subsidios al combustible y anunciando que el precio de los combustibles subiría un 500 por ciento. El precio del gas se multiplicó por cinto, el petróleo y el diesel se doblaron, el precio del transporte también se dobló.

Estas medidas desencadenaron un movimiento de protesta por parte de la población. El 19 de agosto unos 400 "activistas pro-democracia" organizaron una manifestación en Rangún contra el aumento de los precios. El régimen reaccionó como siempre, reprimió y arrestó a 150 manifestantes. A principios de septiembre, el movimiento, con amplia participación de los monjes budistas, fue ganando fuerza con los días. Los jóvenes monjes budistas llenaron el vacío y se convirtieron en el punto de atención del movimiento de masas, pero no tenian una expresión política propia. El 22 de septiembre se manifestaron ante la casa de la líder de la oposición: Aung San Suu Kyi, que lleva allí años bajo arresto domiciliario. El 24 de septiembre, 100.000 personas salieron a las calles de Rangún.

Este es el panorama en Myanmar y los crecientes lazos entre budismo y política, ejemplo nuevamente de la relación entre política y religión.

Deseo terminar este ensayo planteando, como ya dije al comienzo, que la relación del Budismo con la modernidad es y ha sido distinto al sostenido por otras religiones, pues por el contrario, este (el Budismo) ha tenido en tiempos modernos acercamientos con la secularidad liberal e incluso marxista. En efecto hace poco el máximo representante religioso del Budismo, el Dalai Lama hacia un llamado desde Paris a conducir a China hacia la democracia. Lo hacía en el marco de un encuentro con diputados y senadores franceses y a propósito del desarrollo de los juegos olímpicos en China. En sus propias palabras exhortó a defender  "Ciertos principios como la democracia, la libertad religiosa, los derechos humanos, la libertad de prensa y el Estado de derecho".Es decir, hizo un llamado a la modernidad en China.


REFERENCIAS

Libros

Kepel, Gilles. (1995). La revancha de Dios. Madrid, Grupo Anaya s.a.

Artículos en la Web

AP Agencia. (2008, jueves 4 de septiembre). “Palín: La guerra de Irak es una tarea que viene de Dios”, recuperado de http://www2.esmas.com/noticierostelevisa/internacional/010120/palin-la-guerra-irak-una-tarea-viene-dios
Miro Quesada, Francisco. (2008, 7 de enero) “Budismo y política”, recuperado de  www. elcomercio.com

Pullella, Philip y Balmer Crispian. (2008, sábado 13 de septiembre) “El Papa acusa al mundo moderno de adorar falsos ídolos”, Paris (Reuters), recuperado de  http://www.20minutos.es/noticia/411536/

Ratzinger, Joseph Card y Bertone, Tarcisio. (2000, 6 de agosto). Declaración “Dominus Iesus, Sobre la Unicidad y la Universidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia. Congregación para la Doctrina de la Fe”, Recuperado de http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20000806_dominus-iesus_sp.html.

Weston, Fred. (2007, 26 de octubre). “la Tragedia de Myanmar”, recuperado www.iade.org.ar

Wood, Gred y Shmueli, Sandra. (2008, 17 de agosto), Gracias a Dios Bajaron los precios, Un grupo de religiosos asegura que la reciente caída del precio del petróleo se debe a sus oraciones”, recuperada de http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7567000/7567103.stm



[1] Economista de la Universidad Nacional de Colombia, Sede de Medellín y Estudios finalizados en la Especialización en Estudios Políticos de Universidad Pontificia Bolivariana, Colombia. e-mail: crengifoarias@gmail.com
[2] Vale la pena anotar que esta desilusión con la modernidad no proviene solamente del ámbito religioso sino que, como se sabe, hace parte del pensamiento contemporáneo e incluso es objeto de preocupación en variadas ciencias.
[3] Aunque una versión teológica y economicista que me parece interesante respecto al origen de la religión cristiana la tiene la ya olvidada Teología de la Liberación. Más allá de sus consideraciones políticas, para esta interpretación de lo divino y lo social la aparición del nuevo dios para los israelitas, en este caso Jehova ó Yave, estuvo asociado a la necesidad de este pueblo de escapar del yugo Egipcio, que lo tenía esclavizado. En ese entonces todo orden social necesitaba del amparo de un dios, y para que los israelitas pudieran tener su propia tierra solo podían hacerlo teniendo un nuevo dios, ese dios vino prometiendo una nueva tierra, un nuevo reino, en fin, una nueva economía.
[4] Ya se hable de Capitalismo/Liberalismo o Socialismo/Dictadura, Ciencia y todas las manifestaciones de la Modernidad.

[6] No es extraño que en el caso de las religiones Judeo-cristianas comiencen a parecer una serie de manifestaciones religiosas artísticas en el ámbito de la música, como el de la proliferación de grupos de rock cristianos.
[7] O como los denomina Kepel, los Televangelistas, verdaderos emporios financieros construidos con la plusvalía de la fe de personas de bajos recursos, gente que consideraba su vida de una manera u otra desgraciada.
[8] Este aspecto va a ser la bandera de un movimiento político religioso llamado la “Mayoría Moral”, que enarboló en los años 80 en Norteamérica el combate contra el aborto, la necesidad de introducir el rezo en la escuela e impugnando la política “sin Dios” que practicaba el Estado. En relación al aborto llama la atención los militantes de la asociación “Operation Rescau” en EEUU que organizaba “cordones sanitarios” alrededor de las clínicas donde se practicaba el aborto. Aquí hay una reflexión importante que se convertirá en consigna política para este tipo de movimientos: el aborto autorizaría la violación de una norma de Dios y como la ley de Dios está por encima de las de los hombres, entonces las autoridades estatales están situadas fuera de la legalidad suprema, de ahí su interés por acceder más tarde a la política y cambiar “desde arriba” el orden social.
[9] Afirma Kepel que realmente no existe un interés por parte de los movimientos religiosos católicos, judíos y musulmanes de controlar el gobierno sino que lo que se busca es una victoria sobre el “humanismo secular”, que como ya se ha dicho, su gran pecado ha consistido en disociar al hombre de Dios.
[10] Incentivados, entre otras cosas, por la invasión que realizaron los árabes a tierra Israelí en 1973.
[11] Recto pensamiento, recta palabra, recta acción, recto deseo, entre otros.
[12] El término ha sido forjado durante la guerra del Vietnam por Thich Nhat Hanh, monje budista, como respuesta a los problemas sociales y políticos, y ya tiene una historia centenaria en Asia. En el origen, se trataba de una lectura budista del marxismo. El ideal comunista ha parecido a sus primeros lectores orientales una versión curiosamente cercana al modelo comunitario predicado por el Buda. Y desde el principio del siglo, surgía aquí y allá la idea de un "budismo socialista" o de un "budismo radical". La mayoría de veces, este primer impulso fue reprimido violentamente. Durante la guerra ruso-japonesa de principios de siglo, un asunto que implicaba a religiosos también tuvo una gran resonancia en Japón. Veintiséis personas pertenecientes a un movimiento de inspiración marxista y anarquista fueron arrestadas por alta traición y conjuración contra el Emperador. Entre ellas, el editor de la traducción japonesa del Manifiesto del Partido Comunista y cuatro monjes budistas entregados a la causa del pueblo. Uno de esos monjes, Gudô Uchiyama, de la escuela Zen, ha dejado una amplia obra escrita que permite circunscribir sus reflexiones. Sus lecturas de los autores sociales le habían llevado a la conclusión de que las doctrinas budistas y marxistas compartían el mismo ideal social. Por esto, le pareció que era su deber de monje militar por el desarme, el pacifismo y la nacionalización de las tierras. Cuando en 1907, el partido socialista japonés fue prohibido, Uchiyama siguió imprimiendo sus libros en la clandestinidad donde hacía un llamamiento a las reformas sociales y económicas. Arrestado en 1909, fue condenado a siete años de cárcel por actividades subversivas. Cuando estaba en la prisión, fueron arrestados otros militantes. Sus libretas y octavillas eran re-leídas, como su Manual para los soldados imperiales, donde pedía a los militares que desertaran. Finalmente acusado de alta traición, Uchiyama, monje budista y marxista, fue fusilado junto a otros conspiradores. Este asunto que marcó la opinión japonesa de la época es, en este aspecto, revelador de este encuentro inesperado entre Oriente y Occidente. Véase la amplia literatura sobre el Budismo comprometido que se encuentra en la web.
[13] Si bien esta relación entre el budismo y la política se está manifestando con mayor énfasis en la actualidad, realmente se conoce que ha sido una constante en la historia de los países budistas. El emperador hindú Asoka (268 al 239 a.C.), de la dinastía Maurya, una especie de Constantino hindú, se convirtió explícita y públicamente al budismo y lo extendió más allá de sus fronteras. Se cree que Menandro, uno de los reyes helénicos de Asia Central, sucesor de Alejandro El Magno, se convirtió al budismo. El príncipe japonés Sotuku, declaró al budismo religión oficial de la corte Yamoto durante el 592 de nuestra era. De todos los linajes reales budistas, el Tailandés, antes reino de Siam, ha sobrevivido con mayor vigor. Tailandia fue el único país del sudeste asiático que no sufrió la dominación del colonialismo occidental, situación que permitió a su monarquía tener una estable continuidad para construir su propio camino hacia la modernización. Uno de sus monarcas promocionó una forma de budismo compatible con la ciencia occidental moderna. Así como el budismo en algunos casos es creencia oficial, en otros ha sido perseguido, tal como sucede con el Dalai Lama tibetano, el decimocuarto entre los líderes religiosos y seculares del Tíbet, que recibió el Premio Nobel de la Paz. Llama la atención cómo en la era de la globalización el budismo se está adecuando a los cambios, pero manteniendo su esencia, y que los monjes budistas encabecen la lucha a favor de la democracia, una forma política creada por Occidente.
[14] Digo poco usual, pero sería más claro decir que ha sido poco documentada, ya que en desde la guerra de Vietnam se conocieron muchos casos de importantes monjes budistas que se prendieron fuego para protestar contra esta atroz guerra.