Por
Carlos Gustavo Rengifo Arias
Una edición editada de este artículo fue públicado en Periferia, Prensa Alternativa, Edición 101, año 10, 20 de Nov.- Diciembre de 2014, Pag. 13.
Retrato fotográfico de Débora Arango |
El 4 de
diciembre del 2005 se apagaba la vida de la artista antioqueña Debora Arango. Nacida
en 1907, su vida fue una valiente y apasionada entrega a la pintura, valiente no
solo por el hecho de ser una mujer que decidió dedicar su vida al arte, sino además,
por el contenido marcadamente político de sus temas, en el marco de una
sociedad mojigata y conservadora como la Colombia de la década de los 30´s.
Su vida parecía predestinada desde niña hacia
el mundo del arte, ya que a corta edad mostró dotes para el dibujo y la
pintura, ingresando poco después al Instituto de Bellas Artes de Medellín, el
cual, en aquel entonces, dirigía otro pintor que dejaría huellas importantes en
el arte colombiano: Eladio Vélez.
Dos años después
se retiraría de este debido a que consideraba la enseñanza del instituto muy
convencional. Pronto descubriría los murales de Pedro Nel Gómez y tal sería su
impresión de la obra de este pintor y escultor que se atrevió personalmente a
solicitarle que le diera clases, convirtiéndose en su discípula y encontrando
el medio pictórico para expresar su visión de la sociedad: El Expresionismo.
En 1937
hace su primera exposición con sus compañeras del taller de Pedro Nel Gomez en
la que da a conocer acuarelas de paisajes, animales y naturalezas muertas. Un
año después se independiza de su maestro y comienza a trabajar en temas que estarán
presentes a lo largo de su pintura: los desnudos femeninos, escenas de la vida
real y la política nacional. El año de 1939 es una fecha crucial para esta
joven pintora (para la fecha tiene 32 años) y para el arte colombiano ya que
participa en la “Exposición de Artistas Profesionales” que se realizó en Club
Unión Medellín, exponiendo entre otros, un desnudo femenino titulado “Cantarina de Rosa”, con el cual ganó el
primer premio de la exposición y de paso levantó un escándalo, pues sus desnudos
terminan siendo considerados por la sociedad intelectual y política de la época
como “sórdida, impúdica y pornográfica”.
Viaja a México
en 1946 a estudiar a los muralistas, por su interés en los temas políticos y
sociales y en 1948, al regresar a Colombia, vuelve a generar escándalo con un
desnudo femenino llamado “La adolescencia”.
En 1955 tiene la oportunidad de viajar a Europa para conocer y estudiar
directamente la obra de En 1954 viajó a Europa, en Madrid estudió las obras de
Francisco de Goya y José Gutiérrez Solana; en Inglaterra estudió cerámica;
también viajó a Escocia, París y Austria. Realizó una muestra individual en el
Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, en 1955; en esa ocasión sus cuadros
fueron descolgados, por el mismo Francisco Franco, sin ninguna explicación, lo
que la desilusiona profundamente y la obliga a volver a Colombia. De ahí en
adelante, monjas, prostitutas, mujeres relegadas y maltratadas, la clase
política del país, obreros marginados y protestas sociales comienzan a ser los
protagonistas principales de toda su obra. A causa de su interés en estos temas
su obra es insultada y vilipendiada, y le piden a la iglesia su excomunión, la
cual le hace un llamado de atención. Este contexto de rechazo hacia su obra genera
en Débora un ostracismo artístico y a tomar la decisión de no volver a exponer
su obra, encerrando en su casa-taller “Casablanca” y dedicándose en silencio a
su pintura.
Es
representativo en su obra la sensibilidad hacia la protesta social y hacía la
denuncia de la represión violenta del régimen político de la época, como lo
muestra en la pintura “La salida de
Laureano y la justicia”, así como la crítica mordaz y satírica a la clase
política dirigente.
"La salida de Lauraeano Gomez y la Justicia", Oleo sobre Lienzo, Debora Arango |
Débora Arango
muere a los 98 años, tan longeva como un Picasso
o un Miró y sosteniendo, hasta el
final de sus días, una visión rebelde, polémica, transgresora y crítica hacia
la cultura social y política de nuestro país.