lunes, 18 de mayo de 2009

"El dia en que Buda Explotó por Verguenza", una película sobre el fundamentalismo














Por Carlos Gustavo Rengifo Arias
Introducción

El aspecto religioso hace parte indiscutible de la humanidad y los primeros códigos de conducta (los compartamos o no) emanaron de las religiones más antiguas y fueron y aún siguen siendo los criterios que utilizan muchas personas (y algunos Estados) en el mundo para regir sus vidas en todos los aspectos. Pero más que un código de conducta, la religión es la respuesta a aquello que el hombre no puede explicar, a la belleza, a la suerte, a la tragedia, al origen del universo y un descanso a lo más inaceptable para el ser para el ser humano: la muerte.

Una de las cosas que más me preocupan del tema religioso no tienen que ver tanto con la existencia o no de Dios, mi mayor preocupación frente al tema es si la religión, cualquiera que sea, permite que la humanidad se desarrolle en toda su potencialidad, y con esto me refiero a que los códigos de conducta emanados de la vivencia religiosa no entorpezcan el camino de la libertad del ser humano, que es mi opinión, el camino de la búsqueda del placer, del conocimiento y de la verdad, cualquiera que esta sea.

Otro aspecto de vital preocupación es para mí la situación y la posición de la mujer en las culturas en donde la religión juega un papel preponderante en la configuración de lo social. Respecto a esto hace poco en Irán se pretendía sacar una ley en donde a la mujer, en su papel de esposa, se le prohibía negarse a tener relaciones sexuales con su esposo, salvo en caso de enfermedad (1). Esto es una violación directa a los derechos de las mujeres y una legitimación de la violencia sexual al interior de la pareja.

El presente ensayo no pretende ser un estudio academicista sobre la historia de la religión y su papel en la configuración de las sociedades contemporáneas sino más bien un escrito que toma, como pivote de análisis, la película “El día en que Buda explotó de vergüenza” de la Directora Hana Makhmallaf, con la sola intención de incentivar una reflexión más libre y lúdica del tema que aquí se trata.
“El día en que Buda explotó de vergüenza”: Budismo e Islamismo

En esta película la directora Hana Makhnallaf comienza mostrando la terrible escena de la destrucción de los dos Budas de Bāmiyān, que eran dos monumentales estatuas talladas a los lados de un acantilado en el valle de Bāmiyān, en Afganistán central, situado a 230 km al noroeste de Kabul, a una altura de 2500 metros sobre el nivel del mar. Al parecer estos se construyeron en los siglos V o VI, representaban una clásica mezcla del arte Greco-Budista y estaban protegidos como patrimonio cultural por la Unesco. Sin embargo, los talibanes en el 2001 decidieron acabarlas de un solo tajo, poniéndoles bombas y destruyendo las estatuas totalmente. ¿Cuál fue la razón de este asesinato cultural?, el gobierno Islamista Talibán criticó a la Unesco y las ONG’s del extranjero por asignar recursos para la renovación de estas estatuas, cuando, según ellos, existían muchos problemas urgentes en Afganistán. Los Talibanes decretaron que estas estatuas eran ídolos, y por tanto contrarias al Corán, y fueron destruidos con dinamita y disparos desde tanques. En marzo de 2001 los dos Budas más grandes fueron demolidos, después de pocos meses de intensos bombardeos.
Pero más que la destrucción de un patrimonio cultural la película pone énfasis en un tema crucial: el fundamentalismo, no solo religioso, sino el fundamentalismo en general. Dicho comportamiento no solo es propio de algunas prácticas del Islam, sino de casi todas las prácticas religiosas (a excepción creo yo, del Budismo) y en esto la religión se parece a la política, en donde de igual manera también habita el fundamentalismo.
La película pone en escena a una niña llamada Baktay cuyo único sueño es ir a la escuela y aprender a leer. Tiene de vecino a otro niño, Abbas, a quien le solicita que la lleve a estudiar, pero para ir a la escuela Abbas le dice que debe tener un cuaderno y un lápiz, implementos que Baktay no tiene. Ilusionada para ir a la escuela Baktay busca la manera de comprar sus útiles escolares y se le ocurre una idea: coge 4 huevos de su casa e intenta venderlos en el mercado, con tan mala suerte que tropieza con un adulto, rompiendo 2 de los huevos y el adulto ni siquiera le pone atención. Triste, la niña intenta venderle los 2 huevos que le quedan a otro señor, cuyas necesidades de alimento tienen que ver más con el deseo de comer pan, surgiendo así una nueva búsqueda: si Baktay quiere comprar útiles escolares ahora tiene que buscar la manera de hacer pan para que vendérselo a su cliente, y lo logra gracias a la ayuda de una mujer que le recibe sus dos huevos y le hornea el pan. El problema ya está solucionado, Baktay tiene el dinero, compra sus útiles y se dirige a la escuela con su amigo Abbas. Baktay estaba muy ilusionada pero al llegar a la escuela el profesor la rechaza, argumentando que es una escuela solo para niños y que debe buscar la escuela para niñas que queda al otro lado del rio. Baktay no tiene otra opción que ir en búsqueda de la escuela para niñas y emprende su viaje.
Buscando la escuela, Baktay es abordada por unos niños que “juegan a ser talibanes” quienes la detienen, acusándola de “pagana”, la increpan diciéndole que las niñas no van a la escuela y la acusan de ser aliada de los invasores yanquis. Rompen su cuaderno recién comprado y es llevada a una cueva con una bolsa de papel en la cabeza ya que es mujer. Allí se encuentran varias niñas detenidas y amarradas, que son acusadas de los siguientes crímenes: una niña de hermosos ojos azules, acusada de tener “ojos de lobo”, otra había sido detenida bajo el delito de ser demasiado guapa, otra que fue encontrada con un pintalabios fue acusada de “pagana” y otra detenida por comer chicle.
El amigo de Baktay, Abbas llega al rescate, pero es atrapado, interrogado y acusado por los niños “talibanes” de ser aliado de los “invasores”. Abbas logra escapar, no antes sin amenazar a los pequeños talibanes de matarlos cuando sea grande. Por su lado, Baktay logra escapar mientras los niños “talibanes” juegan a la guerra y se “matan” sin compasión.
Pero a pesar de este terrible suceso Baktay sigue buscando la escuela de niñas, finalmente la encuentra pero ya no tiene en que escribir, los “talibanes” le han dañado su cuaderno so pretexto de que las mujeres no estudian. Ahora solo le queda un colorete con que escribir y en la puja por conseguir un puesto en donde sentarse termina pintoreteada con sus compañeritas de curso. La docente que dirige el curso se da cuenta de esta pintoresca escena, reprende a Baktay y la saca de clase.

Baktay es sacada de clase y afuera se encuentra con su amigo Abbas quien le cuenta que su madre la está buscando, pero un nuevo peligro aparece: son nuevamente los niños, pero ya no son “talibanes”, ahora son las “invasores” americanos que los acusan de ser “terroristas” persiguiéndolos nuevamente.

La película termina con Baktay gritando que no le gusta la guerra y diciéndole a su amigo Abbas una terrible verdad:

“! muérete sino no serás libre !”

Como dije más arriba, la película toma como elemento fundamental de preocupación el tema del fundamentalismo, esa práctica de lo religioso y lo político que toma como único y verdadero una sola visión de las cosas y de la vida. Pero esta visión única y exclusiva de las cosas, manifestado al parecer sobre todo en el mundo musulmán ha traído como consecuencia la coartación del individuo, se ha convertido más en un obstáculo para su desarrollo individual, de impedimento de una búsqueda libre del origen y el color de las cosas, en una gran mole que aplasta al sujeto (2).

El asunto se vuelve aún más complejo, sobre todo en relación al Islam, ya que en particular los llamados “talibanes”, la facción tal vez más fundamentalista de esta religión, pretende, desde hace tiempo, tomarse el poder allí donde están. Un ejemplo de esta situación es que Estados Unidos tiene un gran temor respecto a Pakistan, ya que los talibanes ya forman un gobierno alternativo en Pakistán y al parecer tienen la capacidad para hacerse con el control total del país incluyendo la capital Islamabad. La situación es tan grave que cada vez es más y más difícil frenar los avances de los talibanes que han llegado a estar a 100 Km. de la capital, provocando el pavor de la Secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton. Así lo cuenta una noticia del boletín la Safe Demócracy Foundation:
“Según parece un grupo de unos 500 hombres armadas habría lanzado una ofensiva sobre Buner desde el Valle del Swat que se ha convertido en un bastión desde que Zardari permitiera aplicar la Sharia a cambio de paz. Así, los hombres de Maulana Sufí Mohammed han encontrado una base desde donde lanzar sus operaciones contra otros territorios de Pakistán e ir imponiendo poco a poco su plan de derrotar al gobierno e implantar un Estado teocrático al estilo del diseñado por Mawdudi. Al igual que ocurre en el Valle del Swat, en Buner se comenzó a corregir conductas sociales “desviadas” como permitir a las mujeres ir destapadas, a niñas asistir a los colegios o a varones ir sin barba. Sin embargo, la presión de Estados Unidos que llegó incluso a amenazar con una intervención militar, provocó que el gobierno pakistaní lograra la retirada de los milicianos de este territorio.”(3).
La toma del distrito de Buner suponía una gran victoria para los Talibanes pakistaníes (Tehrik-i-Taliban Pakistan) ya que se trata de un emplazamiento estratégico para el asalto de otros seis distritos más, incluyendo la capital. Además, al igual que ocurre con el Valle del Swat, Buner es una zona rica en recursos naturales (mármol, esmeraldas) sobre los que los talibanes imponen tasas con los que obtener recursos para continuar con su lucha armada. Además, la ya citada cercanía a Islamabad (100 Km.) y la posibilidad de acceder a la principal fuente de suministro de agua de la capital (la presa del Tarbela) incrementa la peligrosidad de esta última conquista Talibán.
Referencias:
(1) El tratamiento a la mujer desde la religión ha sido casi de culparla de todo. Desde la mitología cristiana se le ha violentado, recordemos que la mujer lleva el sello del pecado, fue Eva quien finalmente convenció a Adán de probar la fruta prohibida (que era la fruta del saber, la del concomimiento del bien y del mal). Ya en la edad media la mujer es prácticamente perseguida y tratada como bruja a la menor desviación de su formación cristiana. En un viaje a la ciudad de Cartagena pude conocer un museo de historia de la colonia en donde, con asombro, pude darme cuenta del interrogatorio que se le hacía a aquellas mujeres que eran consideradas sospechosas de ser brujas, veamos, entre otras, las preguntas que se le hacían a las sospechosas: “Desde cuando es bruja?, ¿Porqué te has hecho bruja?, ¿Cómo te has hecho bruja?, ¿Como se llama tu amo entre los malos espíritus?, ¿Donde celebrasteis vuestras bodas?, ¿Qué demonios y que personas asistieron?, ¿Qué males has causado, a quiénes y cómo?, ¿A que niños has hecho el “mal de ojo”?, ¿Porqué el diablo te da golpes por la noche?’.
(2) Como se ha dicho continuamente este fundamentalismo no es solo propio del ámbito religioso sino sobre todo del político. Recuerdo haber leído en un libro sobre la historia del Rock que en los otrora países de la “cortina de hierro”, es decir en los comunistas, el gobierno central apoyaba solo aquellos grupos de rock cercanos al régimen y como prueba de su fidelidad a este los grupos de rock eran sometidos a un examen de Marxismo-leninismo, como prueba, claro está, de sus aptitudes artísticas. De igual manera en la URSS era prohibido cualquier música que viniera de occidente, por eso los trabajos musicales de los legendarios The Beatles se conseguían en el mercado negro de ese país a precios exorbitantes. De igual interés anecdótico es lo que cuenta el científico Norteamericano Carl Sagan, quien en su libro “El Mundo y Sus Demonios” narra como la URSS comenzó a atrasarse en el ámbito de la biología, debido a que los “científicos del materialismo histórico” consideraron que la genética Mendeliana no estaba acorde a los postulados de la “ciencia marxista”.
(3) Priego, Alberto enhttp://spanish.safe-democracy.org/2009/05/06/pakistan-los-taliban-cada-vez-mas-cerca-del-arsenal-nuclear/

lunes, 27 de abril de 2009

Las Mejores Portadas de Rock


















































































Según Yahoo Música estan son las mejores portadas de Rock, aquellas que marcaron historia. Sin embargo, ahi que decir que faltan algunas que generaron escandalo en su momento, como la portada de un CD de John Lennon con Yoko Ono en donde aparecian desnudos, esta fue censurada y le fue colocada una tapa que solo les mostraba las caras, !se imaginan!?. También faltó la portada del trabajo "Sticky Fingers" de los "The Rolling Stones", los abuelos del Rock And Roll, cuya portada mostraba unos dedos cortados y enlatados "en su salsa", ja !, ja!, ja!. Otro ejemplo de censura en el rock lo constituye el primer L.P. de los "Guns And Roses", se titulaba "Apetite For Destrucción", en el aparecia un robot abusando de una mujer. Por último, no se puede dejar de nombrar el excelente sinismo del doctor del Jazz Rock, el gran Frank Zappa, quien con su grupo "Mothers Of Inventión"se dieron el lujo y el gusto de mofarse parodiando la caratula del trabajo "Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band"de los Beatles. !Ahi les va!.

domingo, 26 de abril de 2009

Eros y Tanatos En La fotografía de Joel Peter Witkin








Por Carlos Gustavo Rengifo Arias

Publicado en la Revista Kabaí, Revista de los Estudiantes de La Facultad De Ciencias Humanas y Económicas, N* 12, Mayo de 2003, Universidad Nacional de Colombia, Medellín (Antioquia)

“Me Considero retratista pero no de gente,
Sino de la condición del ser.
Mi esperanza no se centra en mostrar
La insania de nuestras vidas,
también pretendo que mi trabajo sea
visto como la historia de lo diverso y
desesperado de nuestro tiempo”
Joel Peter Witkin

Introducción.

A primera vista la obra artística del fotógrafo Joel Peter Witkin parece una verdadera pesadilla. Hermafroditas, enfermos, moribundos, travestis, homosexuales, pordioseros, personas que parecen más bien la atracción de un circo (y evidentemente muchos de ellos lo han sido) y fragmentos de cuerpos, conforman los elementos visuales de su obra. Por esta razón, no es nada raro que este artista sea acusado de pervertido, degenerado, sadomasoquista, sensacionalista y de explotador de este tipo de sujetos. Muchos lo consideran como una mezcla entre El Bosco y Masacre en Texas, pero esta es una visión superficial y moralista sobre la obra de Witkin.

Desde el punto de vista estético hemos estado acostumbrados (como observadores) a los cuerpos hermosos, a lo femenino y a lo masculino y, sobre todo, a los cuerpos completos. Esto porque hemos sido educados durante años en un canon de belleza predeterminado y por eso cuando vemos la obra de Witkin nos aterrorizamos. Pero es que este artista pretende desacralizar este canon y lo que lo diferencia de otros fotógrafos contemporáneos es “una inquietud y un deseo que lo llevan a lugares temidos por otros, el lado oscuro donde cada resplandor es autentico”[1].

La obra de Witkin se preocupa en general de la vida y la muerte, en ella se encuentran conviviendo – como veremos más adelante- elementos “opuestos”: lo masculino con lo femenino, lo macabro con lo amoroso, la vida con la muerte, lo religioso con lo pagano, la realidad con la fantasía, etc., a través de referencias históricas, políticas, eróticas, artísticas y míticas.

Podría pensarse que Witkin explota a los sujetos que utiliza en sus fotografías, pero en realidad los realza, los redime y los ingresa en la corriente del arte. De esta manera, como dice Arturo Pizá, “para Witkin la obstinada impureza permite acceder a la salvación, y es en la oscuridad y degradación, en lo abyecto y ruin en donde se encuentra la fuente de una nueva vitalidad”[2].

El presente ensayo consta de tres partes: en la primera se dan algunos datos biográficos del artista que son importantes en la medida en que su obra artística esta permeada de algunos sucesos de su vida (su niñez, sus padres, su formación, su primera experiencia sexual, entre otras). La segunda parte trata de cómo esos elementos “opuestos” que se anotaban arriba aparecen en la obra fotográfica de Witkin (tomando como referente lo mitológico y la fotografía de cadáveres y fragmentos de cuerpos) y, por último, unas cuantas palabras de lo que para witkin significa la fotografía como herramienta artística y para la vida.

Algunos Datos Biográficos

La obra fotográfica de Witkin está altamente permeada de sus vivencias personales. Este artista nació en 1939 en la ciudad de Nueva York, hijo de padre judío y madre italiana católica. Su propio nacimiento fue ya un suceso particular pues hizo parte de una gestación triple en el cual el tercer feto murió antes del parto, salvándose él y su hermano gemelo. A la edad de seis años y cuando estaba caminando hacia la misa dominical tuvo que presenciar un atroz accidente en el que estuvieron involucrados tres automóviles. Del interior de uno de los autos rodó la cabeza de una niña decapitada llegando hasta sus pies y la reacción de Witkin fue tocar su rostro y hablarle, pero rápidamente fue arrebatado del lugar. La relación con sus padres también influenció su obra. El padre de Witkin (que era vidriero) le mostraba recortes de la revista Life y Look, periódicos como el Daily Mirror o The News. Decia Witkin que “…debo haber tenido como cinco años, y sabia cuando me mostraba esa fotografías que él me estaba diciendo que él no podía hacerlas, pero que tal vez una parte de él si pudiera hacerlo, por mi conducto. Sin decirlo, yo lo miraba y sabía, que él sabía que yo podía intentarlo”. [3]

Las diferencias religiosas entre sus padres también influenciaron su vida, creciendo Witkin en medio de un pleito constante entre dos visiones del mundo. Estos se separaron rápidamente debido a las tensiones generadas entre ellos y tanto Witkin como su hermano fueron criados como católicos por su madre. Poco tiempo después su padre fue asesinado en los suburbios de Coney Island en donde Witkin creció.

Su carrera como fotógrafo comenzó en 1995 cuando Witkin tenía 16 años y alguien le regaló una cámara Relleicord Reflex con la que tomó su primera fotografía en blanco y negro, justo en el muelle donde fuera asesinado su padre pocos años antes. Para Witkin el gusto por lo mórbido se hizo intenso durante su adolescencia, cuando asistió a un espectáculo de Freaks (personas raras, monstruos o fenómenos) en Coney Island. En esa feria se deslumbró con el hombre de las tres piernas, la mujer gallina y el hermafrodita, con el cual tuvo su primera relación sexual. Todas estas experiencias personales llenarían más tarde de imágenes la obra fotográfica de Witkin, en donde actúan una serie de elementos opuestos en que lo “macabro convive con lo amoroso, la muerte con la vida, la religión con el paganismo, la realidad con la fantasía, lo masculino con lo femenino”[4].

Más adelante Witkin fue técnico en un estudio especializado en el proceso Dye Transfer, y después asistente en dos estudios fotográficos. Seguidamente trabajó como fotógrafo en el ejército. En 1967 decidió trabajar como fotógrafo independiente y actuó como fotógrafo oficial de City Walls Inc de Nueva York. Posteriormente realizó estudios en la Coper School Of Fine Arts, de N.Y. donde obtuvo en 1974 el título de Bachelor Of Arts. Después de haber obtenido una beca de poesía en la Columbia University, finalizó sus estudios en la Universidad de Nuevo México, con el título Master ofe Fine Arts. Desde 1978 vive en Alburquerque, donde se dedica únicamente a su fotografía y a las clases que dicta.

Eros y Tanatos

En su trabajo fotográfico Witkin utiliza cadáveres, hermafroditas, personas con defectos físicos y logra crear un ambiente de paradojas visuales que dejan confundido y aterrorizado a quien las observa. La obra de este artista es una mezcla de terror y erotismo, un elogio a lo extraño y a lo opuesto (masculino – femenino, vida muerte, etc.) como dice Carlos Galeano, el tratamiento temático de Witkin incluye referencias históricas, políticas, eróticas y artísticas, mientras que las referencias religiosas y míticas le sirven de base para organizar y recrear sus experiencias y proyecciones personales”[5]

Lo Mitológico

Carlos Galeano citando a Campbell –quién en su libro El Héroe de Los Mil Rostros, continua con las teorías del inconsciente de Freud y de las teorías de los arquetipos de Carl Jung, tratando de identificar a través del psicoanálisis las formas y esencias de los míticos arquetípicos en los tiempos modernos- , afirma que “los mitos reflejan necesidades inherentes a la psique humana y garantizan la solución a diferentes problemas de la existencia así como también propician un mejor entendimiento del mundo.”. estas necesidades al no ser resueltas por la ciencia crean un gran vacío interno en el ser, generando problemas en la sociedad; aumento del crimen y del vicio, desordenes mentales, suicidios y drogadicción, violencia, asesinatos y desesperación.

La Psique del hombre contemporáneo al sentir ese vacío y al no encontrar esa creencia mitológica que la satisfaga, trata de llenar sus necesidades espirituales en el mundo onírico. De esta manera, siguiendo al psicoanálisis, los sueños podrían ayudar a enfrentar la crisis de desarrollo en los individuos. Siendo el arte el espacio principal en donde la imaginación del hombre se manifiesta, la obra de Witkin –según Galeano- estaría relacionada a la manera en que lo hace el psiconálisis, con “la identificación, a través de estos mitos arquetípicos, de las formas y esencia de la Psique Contemporánea”[6].

En este sentido, el artista utiliza referncias mitológicas ampliamente conocidas como la Venus de Milo, las Tres Gracias, Leda y El Cisne, Dafne y Apolo. Sin embargo, Witkin, lejos de mostrar a los dioses en su máxima expresión de belleza como usualmente se les ha representado en la historia del arte, nos los muestra –basándose en referencias escultóricas de otros artistas- en su forma más fea y monstruosa. Este tipo de representación no es casual en la obra de Witkin. Ya Kerenyi había publicado su libro Los Dioses Griegos, en donde mostraban a los dioses no en un mundo de prosperidad, armonía y amor, sino donde estos están asociados a muertes, perversiones sexuales y monstruosidad, descripciones que Witkin utiliza en su fotografía reforzado por sus vivencias personales.

Uno de los ejemplos más representativos en los que convive lo masculino con lo femenino (aunque casi toda su obra ya sea un referente mitológico o no, está inundad de personajes hermafroditas) y que es una referencia importante en Witkin, es la representación de Afrodita (Venus en su nombre latino). Esta diosa es conocida en sus distintos significados: “diosa del amor”, “diosa de la procreación”, “diosa de de la fertilidad” y otros relacionados con lo femenino., pero como lo anota Galeano, en algunas regiones de Grecia esta diosa es conocida también en su identidad masculina, “Afrodito”. Por esta razón no es gratuito que en una fotografía llamada MadameX (1981) la diosa sea representada por una hermafrodita casi totalmente desnuda y mostrando su falo, símbolo de la doble significación femenino-masculino que tenia la diosa. Además, en esta fotografía la diosa aparece con los ojos vendados y el rostro dirigido a la luz, elementos que Witkin relaciona con lo oscuro que encontró en la historia de Afrodita, indicando que la diosa no solo actúa en el reino de la luz sino también en el de las tinieblas. De hecho, Afrodita es conocida además con los nombres de Melaina y Melanis (al negra), skotia (la oscura), Anosia (la malvada) entre otras[7]. Resaltando nuevamente la bipolaridad femenino-masculino de Afrodita, Witkin en una fotografía que se llama Blind Woman Her Blind Son (1989), representa a la diosa a través de una mujer obesa y con barba, acompañada de su hijo, resaltando las cualidades de esta. Otros ejemplos parecidos que muestran la doble significación femenino-masculino, luz-oscuridad de los dioses, lo conforman la representación de las Gracias (seguidoras de Afrodita). Estas diosas eran relacionadas con la luz, el disfrute y la plenitud, pero además están vinculadas con la luna, la noche y la oscuridad, y que Witkin representa en una fotografía llamada The Graces (1988) nuevamente resaltando la bisexualidad de las diosas y su carácter oscuro a través de mascaras negras que estas tienen.

Otro tipo de representaciones mitológicas de los dioses griegos que hace Witkin tiene que ver con las “maniobras”que hacen algunos dioses para acceder carnalmente a otros dioses o diosas. Es el caso de Leda y el Cisne (1986) en donde Zeus seduce a la diosa Leda disfrazado de cisne, y Dafne y Apolo (1990), en donde Dafne es convertida en un árbol. Ambas representaciones muestran dos aspectos importantes de la sexualidad humana, la primera, la zoofilia (excitación sexual con animales) y la segunda, la Dendrofilia (excitación sexual con plantas). En Leda y el Cisne, Witkin muestra al figura monstruosa de un hermafrodita que representa a Leda acompañada de un cisne, mostrándonos la convivencia entre la monstruosidad y el amor. En Dafne y Apolo, Witkin representa a Dafne acosada por una cabra (Apolo), mientras al mismo tiempo éstaes convertida en un árbol.

Como se ha podido observar, mostrar la dualidad de los dioses en la mitología griega (y como se sabe, de los seres humanos) es uno de los segmentos más importantes en la fotografía de Witkin. Sin embargo, no es el único objetivo; como decía más arriba los individuos más utilizados para hacer sus fotografías son personas rechazadas por la sociedad y que asumen el papel de protagonistas, redimiéndolos de la tragedia de ser extraños y colocándolos a la altura de dioses. Tras el trabajo del artista hay una marcada defensa ( tal vez por su formación religiosa) por estas personas que son rechazadas. De hecho Witkin afirma que “para que aquellos que entienden lo que hago, aprecian la determinación, el amor y el valor que toma encontrar la maravilla y belleza en la gente que es considerada por la sociedad como dañina, sucia, disfuncional o miserable. Mi arte es la forma en que percibo y defino la vida. Es un trabajo, pues lo hago con mis oraciones”[8]

Vida Y Muerte

Tal vez uno de los aspectos más mórbidos del trabajo artístico de Witkin es la fotografía de cadáveres y de fragmentos de cuerpos, pero son a su vez los que tienen, en mi opinión, una mayor carga filosófica entre todas sus obras. Con estos trabajos Witkin aprovecha la expresión que puede generar lo moribundo, toma lo descartado, los cuerpos y los fragmentos e intenta a través de sus composiciones devolver la vida a lo muerto.

El mismo Witkin afirma que es una nueva oportunidad para entrar en comunión con los vivos, y más notablemente, una oportunidad para que los vivos convivan con los muertos”[9] un ejemplo de esto es la obra “El beso”(1982), en donde Witkin muestra la imagen de una cabeza que ha sido partida exactamente por la mitad, organizando las dos mitades de tal manera que aparenta que se trata de dos seres distintos que se están besando. Éxtasis en la muerte, de otra manera no puede describirse este trabajo. Aquí el artista nos pone en un ambiente bastante extraño en donde la muerte convive con la vida, lo triste con lo alegre. Respecto a este tipo de trabajos Charles Mann dice: “lo más importante de rescatar es la manera en que los muertos, frente a la razón, parecen respirar y comunicar”[10].

Estos han sido los temas que Witkin ha trabajado en su obra desde el punto de vista simbólico. Sin embargo, desde el punto de vista técnico Witkin también ha puesto su sello personal. Él raya los negativos, luego los imprime en papel seda para rizar la textura de la imagen, dando la impresión terrorífica a lo capturado por la cámara. Después monta la imagen sobre aluminio y aplica pigmentos a mano, pol último, cubre las fotografías con cola caliente y los vuelve a recalentar y las pule.

Sadomasoquista, pervertido, cruel, sensacionalista, etc. Todo esto puede que sea Witkin, pero antes de ser un problema me parece que es su verdadera cualidad, ya que le permite así mismo y a quien observa su obra, sublimar, exorcizar su propio Yo. Pero, ¿porqué Witkin ha escogido tan particular forma de expresión?, ¿porqué no una forma menos cruda de escrutar en la psique de los seres humanos?. El mismo Witkin responde diciendo “Busco que mis fotografías sean tan poderosas como la cosa que ve o recuerda una persona antes morir”[11]. Con respecto al valor de la fotografía como herramienta artística Witkin anota: “pienso que lo que hace que una imagen sea poderosa, es que a diferencia de otros medios, como el vídeo o el cine, aquí se trata de la quietud. Pienso que alguien que se hace fotógrafo es porque quiere absorberlo todo y comprimirlo a que quede en una imagen fija. Cuando realmente quieres algo o a alguien, los agarras, los tomas y abrazas. Eso es lo que ocurre con la imagen fija”[12].

Para Galeano la obra de Witkin puede entenderse como un intento por parte del artista de “permitir a las personas enfrentar, a través del arte sus traumas internos, comprenderlos y resolverlos para sí crecer en el espíritu”[13]. El mismo Witkin aparece auto identificarse con el dios Hermes quien representa para los griegos, entre otras cosas, al “dios de los pastores y protector de los rebaños”.

Así, como un Hermes o como un Jesucristo, Witkin guía a sus almas a través de las oscuras regiones del ser humano, para permitir que las personas se reconcilien con su propio ser.

[1] Mann, Charles. Joel Peter Witkin, Amor y Redención, Tomado de www.zonacero/exposiciones/fotografias/witkin2/
[2] Pizá, Arturo. Witkin: Entre los Dioses y el Semefo. Tomado de www.universoe.com/arte/artículo/otros/o3_witkin.shtml.
[3] Joel Peter Witkin. Entrevista con Michael Sand. Tomado de www.zonecero.com/exposiciones/fotógrafos/witkin/jpdefault2.html.
[4] Galeano A, Carlos. Joel Peter Witkin: redescrubriendo perspectivas de la mitología griega. En Revista Universidad de Antioquia, N 255, Enero – Marzo de 1999, Medellín, P 32.
[5] Ibid., Pág. 32.
[6] Galeano, Op Cit, Pág. 30
[7] Ibib, Pág. 34.
[8] Wilson, cintra. Joel Peter Witkin, los verdaderos perversos nacen no se hacen. Tomado de www.zona10.com.mx/autores/joel1%peter%20witkin/jpw.htm
[9] Mann, charlkes. Joel Peter Witkin, amor y redención. Tomado de www.zonecero.com/exposiciones/fotografias/witkin2/indexsp.html
[10] Ibid.
[11] Piza, Op. Cit
[12] Entrevista con Michael Sand.
[13] Galeano, Op. Ci, Pág. 39.

Dios Salve a Yngwie Malmsteen

Cuentan que Yngwie Malmsteen siendo todavia un niño vio por T.V. como homenajeaban la vida de una guitarrista muy famoso, el gran Jimi Hendrix, a partir de ahi se obsesionó con la guitarra a tal punto que llegó a fundar un nuevo genero en el Heavy Metal, el Metal Neoclásico, bastante virtuoso, rápido y orquestado, nada que envidiarle a la música clásica. muchos de los músicos contemporaneos como Joe Satriani y Steve Vai reconocen el gran virtuosismo de este músico. Aqui les comparto una composición de él que se llama Arpegios From Hell, en otros trabajos es llamado Mollto Arpegiosa. !que lo disfruten!

viernes, 24 de abril de 2009

Las 100 Peliculas que Hay que Ver Antes de Morir






















Segun Yahoo Cine estan son las 100 peliculas que deberiamos ver antes de morir, Advertencia: no se le ocurra morirse sin antes verselas. Por mi parte recomiendo algunas: "Las uvas de la ira" de Jhon Ford, "Tiempos Modernos" de Charles Chaplin, "Metropolis" de Frizt Lang, la especial pelicula de Jhon Huston "El Tesoro de La Sierra Madre", la graciosa pelicula 'Sleeper' de Woody Allen, "Zorba el Griego"de Michale Cacoyannis y "El Hombre Elefante" de David Lynch.

Doce hombres sin piedad (1957) - Sidney Lumet
2001, odisea del espacio (1968) - Stanley Kubrick
Los cuatrocientos golpes (1959) - Francois Truffaut
Ocho y medio (1963) - Federico Fellini
La reina de Africa (1951) - John Huston
Alien, el octavo pasajero (1979) - Ridley Scott
Eva al desnudo (1950) - Joseph L. Mankiewicz
Annie Hall (1977) - Woody Allen
Apocalypse Now (1979) - Francis Coppola
La batalla de Algiers (1967) - Gillo Pontecorvo
Ladrón de bicicletas (1948) - Vittorio De Sica
Blade Runner (1982) - Ridley Scott
Sillas de montar calientes (1974) - Mel Brooks
Blow Up, deseo de una mañana de verano (1966) - Michelangelo Antonioni
Terciopelo azul (1986) - David Lynch
Bonnie And Clyde (1967) - Arthur Penn
Breathless (1960) - Jean-Luc Godard
El puente sobre el río Kwai (1957) - David Lean
La fiera de mi niña (1938) - Howard Hawks
Dos hombres y un destino (1969) - George Roy Hill
Casablanca (1942) - Michael Curtiz
Chinatown (1974) - Roman Polanski
Ciudadano Kane (1941) - Orson Welles
Tigre y dragón (2000) - Ang Lee
La jungla de cristal (1988) - John McTiernan
Haz lo que debas (1989) - Spike Lee
Perdición (1944) - Billy Wilder
¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (1964) - Stanley Kubrick
Sopa de ganso (1933) - Leo McCarey
E.T. El Extraterrestre (1982) - Steven Spielberg
Operación Dragón (1973) - Robert Clouse
El exorcista (1973) - William Friedkin
Aquel excitante curso (1982) - Amy Heckerling
French connection: contra el imperio de la droga (1971) - William Friedkin
El Padrino (1972) - Francis Ford Coppola
El padrino, segunda parte (1974) - Francis Ford Coppola
James Bond contra Goldfinger (1964) - Guy Hamilton
El Bueno, el Feo y el Malo (1966) - Sergio Leone
Uno de los nuestros (1990) - Martin Scorsese
El graduado (1967) - Mike Nichols
La bestia humana (1938) - Jean Renoir
Atrapado en el tiempo (1993) - Harold Ramis
¡Qué noche la de aquel día! (1964) - Richard Lester
Deseando amar (2000) - Wong Kar-wai
Sucedió una noche (1934) - Frank Capra
¡Qué bello es vivir! (1946) - Frank Capra
Tiburón (1975) - Steven Spielberg
King Kong (1933) - Ernest B. Schoedsack, E. Schoedsack, Merian C. Cooper
Las tres noches de Eva (1941) - Preston Sturges
Lawrence de Arabia (1962) - David Lean
El señor de los anillos: La comunidad del anillo (2001) - Peter Jackson
M, el Vampiro de Dusseldorf (1931) - Fritz Lang
M.A.S.H (1970) - Robert Altman
El halcón maltés (1941) - John Huston
Matrix (1999) - Andy Wachowski, Larry Wachowski
Tiempos modernos (1936) - Charles Chaplin
Los caballeros de la mesa cuadrada (1975) - Terry Jones, Terry Gilliam
Desmadre a la americana (1978) - John Landis
Network, un mundo implacable (1976) - Sidney Lumet
Nosferatu (1922) - Friedrich Wilhelm Murnau
Un tranvía llamado deseo (1951) - Elia Kazan
Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) - Milos Forman
Senderos de gloria (1957) - Stanley Kubrick
La princesa Mononoke (1997) - Hayao Miyazaki
Psicosis (1960) - Alfred Hitchcock
Pulp fiction (1994) - Quentin Tarantino
Toro salvaje (1980) - Martin Scorsese
En busca del arca perdida (1981) - Steven Spielberg
La linterna roja (1992) - Zhang Yimou
Rashomon - Akira Kurosawa
La ventana indiscreta (1954) - Alfred Hitchcock
Rebelde sin causa (1955) - Nicholas Ray
Rocky (1976) - John G. Avildsen
Vacaciones en Roma (1953) - William Wyler
Salvar al soldado Ryan (1998) - Steven Spielberg
La lista de Schindler (1993) - Steven Spielberg
Centauros del desierto (1956) - John Ford
Los siete samuráis (1954) - Akira Kurosawa
Cadena perpetua (1994) - Frank Darabont
El silencio de los corderos (1991) - Jonathan Demme
Cantando bajo la lluvia (1952) - Gene Kelly, Stanley Donen
Blancanieves y los Siete Enanitos (1937) - David Hand
Con faldas y a lo loco (1959) - Billy Wilder
Sonrisas y lágrimas (1965) - Robert Wise
La guerra de las galaxias (1977) - George Lucas
El crepúsculo de los dioses (1950) - Billy Wilder
Terminator 2: el juicio final (1991) - James Cameron
El tercer hombre (1949) - Carol Reed
This Is Spinal Tap (1984) - Rob Reiner
Titanic (1997) - James Cameron
Matar un ruiseñor (1962) - Robert Mulligan
Toy Story (1996) - John Lasseter
Sospechosos habituales (1995) - Bryan Singer
Vértigo (De entre los muertos) (1958) - Alfred Hitchcock
Cuando Harry encontró a Sally (1989) - Rob Reiner
Fresas salvajes (1957) - Ingmar Bergman
El cielo sobre Berlín (1987) - Wim Wenders
El Mago de Oz (1939) - Victor Fleming
Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) - Pedro Almodóvar
El mundo de Apu (1959) - Satyajit Ray

martes, 21 de abril de 2009

EDUCAR PARA LIBERAR, LIBERAR PARA TRANSFORMAR: EL ROL DEL FORMADOR EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR Y EN LA SOCIEDAD




Por Carlos Gustavo Rengifo Arias[1]

“El hombre es puente para el hombre.
El hombre es algo que debe ser superado”

Federico Nietzsche

Una versión editada de este mismo artículo fue públicado en:

http://www.periferiaprensa.org/Edicion%20Especial%20Virtual.pdf


El Encargo Social o el Problema Humano Esencial

Pensar en el tipo de institución universitaria, en el formador y en el estudiante que necesita la sociedad, debe pasar primero por un examen sobre cual es el Problema Esencial de la Humanidad, ya que precisamente las instituciones educativas y los formadores que allí habitan, sea cual sea su nivel, tienen un encargo social, relacionado con la superación de una situación problemática en la sociedad.

En mi opinión, dicha situación problemática es el Problema Humano Esencial, que es un Problema de Desarrollo, entendido no como el mero crecimiento de las variables económicas, sino en su forma más amplia como “un proceso global económico, social, cultural y político, que tiende al mejoramiento constante de la calidad de vida de toda la población y de todos los individuos sobre la base de su participación activa, libre y significativa en el desarrollo y en la distribución justa de los beneficios que de él se derivan”[2]. El Problema Humano Esencial se manifiesta en una Escisión o Separación entre el individuo y si mismo, entre el individuo y su prójimo (problema ético), y entre el individuo y el medio ambiente (problema de existencia de la humanidad), situaciones problemáticas que han generado como consecuencia tres tipos de crisis: Crisis del Individuo, Crisis Social y Crisis Ambiental. La primera de las crisis se caracteriza por la soledad del individuo moderno, el obstáculo que le plantea la desigualdad económica y social, que le impide desarrollar todas sus facultades y hacer su proyecto de vida, haciéndolo infeliz y llevándolo a guiarse por el egoísmo, sin pensar que su relación con el prójimo puede fundamentarse en la fraternidad y en la solidaridad. La segunda crisis es consecuencia de la primera, desde el momento en que se consideró como acertada la idea de que en la medida en que cada uno busque con su egoísmo su propio beneficio, esto traerá bienestar general[3]. Esta idea sobre la “naturaleza del ser humano” y sus graves consecuencias se manifiestan en la contradicción existente entre una gran riqueza que no es apropiada por toda la humanidad, sino que es concentrada en unas pocas manos, impidiendo el desarrollo de una gran parte de esta. La tercera crisis, como consecuencia de las anteriores y de la visión “economicista”, ha provocado un gran agotamiento de los recursos naturales (agua potable, aire puro, destrucción de ecosistemas, etc.) por la excesiva y desigual presión sobre estos, con criterios capitalistas y no humanistas, y un cambio climático abrupto y antinatural que amenaza ya claramente la existencia futura de la especie humana. Las tres crisis antes nombradas tienen por causa los “valores” capitalistas que están en función de la acumulación de ganancia y no en función de una mejor humanidad.


Estas situaciones y sus consecuencias deben ser pensadas y abordadas por cualquier carrera de formación profesional, sea ingenieril u humanística. Por esta razón el papel del las instituciones de educación superior en la sociedad, el proceso formativo que adelanten, el tipo de formador y el estudiante que formen, deberá estar enfocada a hacer consciencia del Problema Humano Esencial y su formación (instrucción, desarrollo y educación) deberá desarrollar los conocimientos, habilidades y actitudes suficientes para que el educando, durante su proceso de formación y una vez sea profesional, tenga las herramientas para ayudar a superar dicha situación problemática.

Sobre el educando o sobre el libre

El educando deberá adquirir, como se dijo antes, una serie de conocimientos que le permitan analizar la sociedad en la que vive, o lo que es lo mismo, a identificar situaciones problemáticas fundamentales que impiden la felicidad del ser humano, sus causas y consecuencias, descubrir sus capacidades y adquirir las habilidades para transformar, para aprovechar toda la cultura, toda la técnica y la tecnología en pro de la humanidad y no contra ella. Educado en el debate, la crítica y el pluralismo, educado en el afecto a sí mismo, al prójimo y al medio ambiente. El estudiante hace honor a su nombre pues estudia-antes, leyendo e investigando lo que le sugiere el formador y sobre todo formulándose interrogantes que lleva al aula de clase. El educando que alcance este estado será llamado El Libre o también El Despierto[4].

Sobre el Educador o sobre el Libertario

Educar para la libertad debe tener como pre-requisito que quien educa está en libertad, esto es, que el sujeto que ha sido formado y que en el presente es formador, ha logrado identificar el Problema Humano Esencial, las causas que lo explican, las consecuencias que se derivan y las posibilidades de transformación y de superación.
La principal y esencial misión para el formador es educar para el cambio social. Es decir, educar para la transformación de las relaciones sociales que han configurado y han dado forma y fondo al Problema Esencial de la Humanidad.

Decía el artista Leonardo Da Vinci que la escultura estaba encerrada en la piedra y lo único que hacia el escultor con cada cincelada aplicada era liberar a la obra de la cárcel que es la piedra. Por esto en mi opinión, la Educación es para el estudiante lo que es el cincel para la obra, y el artista es el docente. El formador que alcance este estado deberá ser llamado el libertario, el libre que libera, o si se quiere el artista de la educación. Pero para ser un artista de la educación el formador deberá amar a su estudiante y esto se manifiesta en su responsabilidad en la preparación de sus clases, teniendo en cuenta que estas posibiliten la instrucción, el desarrollo de sus habilidades y potencialidades y la educación. Así mismo, en el plano interpersonal, en la relación docente-estudiante, el docente deberá eliminar toda posición de poder-saber y todo autoritarismo, pues va en contra del estudiante-prójimo y de la libertad.

Por último, se establece una relación dialéctica tal entre formador y educando, que ninguno por sí solo, puede avanzar sin el otro en el proceso formativo integral.

Sobre el proceso formativo o sobre el camino de la libertad y la transformación
El proceso formativo es ante todo subversivo, esto significa que es un cuestionador de los paradigmas económicos, políticos, sociales, tecnológicos y en general, culturales. Esto hace que la educación o proceso formativo adquiera, en un sentido amplio, un carácter revolucionario, pues re-evoluciona, acelera e impulsa constantemente al formador, al educando y a la sociedad hacia lo más alto. El enfoque del proceso formativo debe tener un enfoque problémico, esto es, no reduciendo el proceso formativo a una mera transmisión estéril de conocimientos e información, sino al abordaje de situaciones problemáticas en la sociedad que deben ser superadas. La institución universitaria y el formador a través del proceso formativo, hace que el estudiante se quite los velos que le impiden aprehender la realidad que lo circunda, a quitarse los nudos (des-nudarse) para que se conozca así mismo y la forma en que se relaciona con el prójimo y su entorno natural, descubra sus habilidades y potencialidades para transformar y por tanto superar el Problema Humano Esencial. De esta manera, el estudiante podrá desarrollar (basado en el debate) su propia explicación de la realidad y podrá adquirir autonomía para tomar decisiones sobre cómo relacionarse consigo mismo, con los demás y con el medio ambiente.

Ahora bien, el proceso formativo no puede alcanzar su misión sin que exista, gracias a la división del trabajo, alguien que “administre” los recursos materiales, docentes, la infraestructura, que direccione los procesos formativos y que, en general, propicie un entorno académico inter, multi y transdisciplinario, en aras de que se de una formación integral.

Lo que hace el proceso formativo es a fin de cuentas, educar para la libertad, libertar del velo de la ignorancia y libertar para transformar su entorno social es su misión. Lo anterior nos hace pensar que la formación, independiente de la orientación profesional, es finalmente una Formación Política, entendida esta como el esfuerzo que hacen los seres humanos por construir un orden social justo. Es una formación que debe educar para superar el Problema Esencial de la Humanidad, una educación Por y Para la vida y no solo para el trabajo.

[1] Economista de la Universidad Nacional Sede – Medellín. Docente de Economía de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Uniminuto) y de la Universidad San Buenaventura.
[2] Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General en su resolución 41/128 de 4 de Diciembre de 1986.
[3] Idea que planteó primero Adam Smith y que se sigue repitiendo como dogma religioso por los neoliberales, a pesar de su fracaso económico y de las terribles consecuencias sociales que ha tenido.
[4] En un sentido, porque no, budista, ya que ha logrado identificar las causas del sufrimiento individual y social y la forma en que puede superarlo.

El Buda Y El Político






(La revuelta budista en Myanmar)

Una versión editada de este artículo fue públicado el 7 de marzo de 2011 en http://www.revistacronopio.com/?p=4704

Por Carlos Gustavo Rengifo Arias

Presentación

He querido también abordar la relación entre la política y la religión ejemplificando que esta relación ha estado presente también en el Budismo, proceso del que no da cuenta Gilles Kepel en su libro “La revancha de Dios” por razones que desconozco. Sin embargo, vale la pena abordarlo, para entender, como por ejemplo desde hace algún tiempo una gran cantidad de monjes budistas en Myanmar, antes Birmania, han venido liderando protestas en contra del régimen militar que está en el poder.

El interés de comentar esto no es simplemente casuístico, sino que comporta una reflexión que no se encuentra en el texto de Gilles Kepel, esto es, que a diferencia de los procesos de re-cristianización, re-islamización y re-judaización que han surgido desde los 70´s como negación de la modernidad, el Budismo en particular como religión nó-teista reivindica valores modernos como la democracia; por lo menos esta es la reflexión que dejó las palabras pronunciadas por el Dalai Lama en París a propósito de la celebración de los últimos juegos olímpicos realizados en China en el mes pasado y que se comentan al final de este apéndice.

Budismo y Política: el Budismo Comprometido.

El Budismo es esencia una filosofía que tiene como eje de reflexión y de acción el sufrimiento. Según la tradición, el Buda (Siddhartha Gautama) encontró las 4 nobles verdades sobre la vida, a saber:

1. La vida es sufrimiento.
2. Este sufrimiento tiene un origen: el apego, la ambición y el deseo.
3. Es posible superar el sufrimiento, esto se logra renunciando al apego, a la ambición y al deseo.
4. El camino para superar el sufrimiento, es decir, para renunciar al apego, la ambición y al deseo consiste en recorrer el óctuple sendero[1], que es una serie de cambios en la concepción que tenemos de lo que significa la felicidad del hombre y que apunta a transformar la relación de apego que tenemos hacia el mundo, sus cosas y las personas.

Hasta aquí parece que lo que se busca es un revolución, un cambio en la forma en que el individuo se relaciona con el mundo, pero es una revolución individual que parte de la conciencia del sufrimiento, elemento esencial para alcanzar el Nirvana, que es la ausencia del sufrimiento.
Sin embargo, los acontecimientos del año pasado en Myanmar en donde los monjes budistas fueron violentamente reprimidos por el régimen militar por encabezar las protestas contra este, dan cuenta de una estrecha relación entre Budismo y política que supera toda aspiración meramente individual y que se manifiesta también como una preocupación por los problemas sociales y políticos y que ha sido llamado Budismo comprometido[2]. Esta relación no constituye una excepción sino al parecer una regla en este país y en otros en donde el budismo se ha implantado.

En efecto, cuando Myanmar, antes Birmania, se independiza de la dominación colonial del Reino Unido, U-Nu, su primer presidente, elaboró un programa que denominó “socialismo budista”. Para este gobernante un auténtico Estado socialista tenía por finalidad promover la igualdad entre todos los seres humanos, desaprobar la codicia, pero a la vez proporcionar tiempo libre para que los ciudadanos pudieran dedicarse a la meditación y buscar el nirvana, la liberación permanente entre el ciclo eterno de muerte y el renacimiento. Este presidente, que mezcló las enseñanzas del budismo con el socialismo, fue derrocado por el Ejército en 1962 y huyó a la India, para luego retornar a su país y convertirse en monje budista.[3]

La junta militar y la revuelta budista en Myanmar.

En septiembre del año pasado pudimos ver a través de la T.V. un suceso poco usual: una gran cantidad de monjes budistas protestando y encabezando una serie de movimientos populares, en un país cuyo nombre, Myanmar, también pocas veces escuchamos, pero que cada vez resuena más por estar dominado por una dictadura militar que lleva 19 años en el poder[4]. Las manifestaciones de los budistas, como tenía que ser, fueron pacíficas y sufrieron la represión de la dictadura, un hecho que consternó a la opinión pública mundial.

Pero la represión social del régimen militar sobre la población no es nada nuevo. En 1988, según noticias disponibles 3000 personas fueron asesinadas en protestas similares.[5]
El régimen es uno de los más brutales y corruptos del mundo, las condiciones de vida de la población se han hundido y han alcanzado un nivel muy bajo. Sus orígenes se remontan a los acontecimientos ocurridos en 1962, cuando Ne Win dio un golpe de estado y siguió el modelo de la China maoísta, nacionalizó toda la tierra, la industria y el comercio, y creó un régimen totalitario de un solo partido. Incluso adoptó el título de "presidente". Se eliminó el capitalismo y se estableció la economía planificada. Esto ocurrió cuando Birmania era colonia de Gran Bretaña.
Sin embargo, Birmania (ahora Myanmar) nunca fue "socialista", sino que más bien era una horrible caricatura de socialismo, los medios de producción fueron expropiados pero el poder no estaba en manos de los trabajadores y los campesinos. El poder estaba en manos de una elite militar burocrática[6].

Lo cierto es que el régimen que llegó al poder, tenía una idea particularmente distorsionada de cómo se debería desarrollar la economía. No sólo nacionalizó los altos mandos de la economía, sino también la pequeña parcela de tierra o pequeño negocio. Los efectos de estas medidas lejos de ayudar a desarrollar la economía, en realidad contribuyeron a sofocar el desarrollo. El régimen llegó incluso a cerrar las salas de baile, eliminar el turismo y expulsar a los extranjeros. Se convirtió en uno de los regímenes más autárquicos jamás visto, parecido al de Nor-corea.
Aunque desarrolló de alguna manera la economía, las restricciones burocráticas finalmente ahogaron a la economía, particularmente la agricultura. Birmania era el mayor exportador mundial de arroz, pero a mediados de los años setenta apenas producía suficiente comida para alimentar a su propia población. El ingreso per cápita también cayó, de 670 dólares en 1960 a 200 dólares en 1989. La casta burocrática militar rápidamente se convirtió en un freno absoluto para el desarrollo de las fuerzas productivas. El que era un país potencialmente rico se convirtió en uno de los más pobres del mundo.

La situación se complica en los años ochenta. En 1987 el régimen anunció que los billetes de banco ya no eran una moneda válida, esta medida destruyó los ahorros de la población y llevó directamente a la insurrección de 1988 que fue ahogada en sangre. En el mismo año, el viejo dictador retirado Ne Win y un grupo de generales tomaron el poder, apartando a codazos a la anterior fracción que tenía el control del Estado. Este nuevo régimen en 1989 cambió el nombre del país a Myanmar, abandonó el nombre anterior de: República Socialista de la Unión de Birmania, convocó elecciones libres en 1990, la Liga Nacional por la Democracia (NLD) de Aung San Suu Kyi's consiguió una victoria arrolladora: el 80 por ciento de la población.
La realidad económica de Myanmar es bastante lamentable, aunque sus estadísticas son difíciles de estimar pues el régimen militar se ha encargado de ocultarlas[7]:
Se cree que la junta militar gasta más del 40 por ciento de su presupuesto en armas y defensa, en cambio, gasta menos del 1 por ciento del PIB en sanidad y educación juntas.

De una población cercana a los 50 millones, la fuerza laboral es de aproximadamente 29 millones, pero el 70 por ciento trabaja en la agricultura. Este sector supone el 50 por ciento del PIB, mientras que la industria sólo representa el 15 por ciento, se calcula que el desempleo supera el 10 por ciento. El PIB per cápita anual en 2006 era de 1.800 dólares.

El 10 por ciento más pobre de la población consume sólo el 2,8 por ciento de la riqueza nacional, mientras que el 10 por ciento más ricos tiene el 32,4 por ciento (datos de 1998). Esta situación ha empeorado por que la inflación se disparó y superó el 20 por ciento. Eso explica por qué el 25 por ciento de la población vive por debajo del nivel de pobreza. Existe un riesgo muy elevado de enfermedad, sobre todo diarrea, hepatitis, fiebre tifoidea, dengue y malaria. El VIH se extiende, la esperanza de vida hasta hace unos años era de 62, pero ahora se calcula que estaría por debajo de los 50 años. Esta es una prueba del declive general de la infraestructura en estos últimos años.

El grado de colapso de la economía y de la infraestructura general se puede ver en el hecho de que el tráfico de personas se convertido en la principal exportaciones del país, con hombres, mujeres y niños llevados al Este y Sudeste de Asia para la explotación sexual, el servicio doméstico y el trabajo forzoso. Muchos de los emigrantes de Myanmar terminan como esclavos laborales y las mujeres obligadas a ejercer la prostitución. Aunque el país es rico en materias primas, se ha convertido en el segundo productor mundial de opio. Esta situación es una absoluta condena de estos oficiales del ejército corruptos que están ocupados en acumular riqueza personal mientras millones sufren una pobreza extrema.

En esta situación se agrava cuando el régimen anuncia en agosto medidas económicas severas, retirando los subsidios al combustible y anunciando que el precio de los combustibles subiría un 500 por ciento. El precio del gas se multiplicó por cinto, el petróleo y el diesel se doblaron, el precio del transporte también se dobló.

Estas medidas desencadenaron un movimiento que ha llevado a esta situación. El 19 de agosto unos 400 "activistas pro-democracia" organizaron una manifestación en Rangún contra el aumento de los precios. El régimen reaccionó como siempre, arrestó a 150 manifestantes. A principios de septiembre, el movimiento, con amplia participación de los monjes budistas, fue ganando fuerza con los días. Los jóvenes monjes budistas llenaron el vacío y se convirtieron en el punto de atención del movimiento de masas, pero no tienen una expresión política propia. El 22 de septiembre, se manifestaron ante la casa de la líder
de la oposición: Aung San Suu Kyi, lleva allí años bajo arresto domiciliario. El 24 de septiembre, 100.000 personas salieron a las calles de Rangún.

Este es el panorama en Myanmar y los estrechos lazos entre budismo y política, ejemplo nuevamente de la relación entre política y religión.
Por último, deseo terminar este trabajo planteando, como ya dije al comienzo de este apéndice, que la relación del Budismo con la modernidad es y ha sido distinto al sostenido por otras religiones, pues por el contrario este (el budismo) ha tenido en tiempos modernos acercamientos con la secularidad liberal e incluso marxista. En efecto hace poco el máximo representante religioso del Budismo, el Dalai Lama hacia un llamado desde Paris a conducir a China hacia la democracia. Lo hacia en el marco de un encuentro con diputados y senadores franceses y a propósito del desarrollo de los juegos olímpicos en China. En sus propias palabras: exhortó a defender "Ciertos principios como la democracia, la libertad religiosa, los derechos humanos, la libertad de prensa y el Estado de derecho".

Es decir, hizo un llamado a la modernidad en China.

[1] Recto pensamiento, recta palabra, recta acción, recto deseo, entre otros.
[2] El término ha sido forjado durante la guerra del Vietnam por Thich Nhat Hanh, monje budista, como respuesta a los problemas sociales y políticos, y ya tiene una historia centenaria en Asia. En el origen, se trataba de una lectura budista del marxismo. El ideal comunista ha parecido a sus primeros lectores orientales una versión curiosamente cercana al modelo comunitario predicado por el Buda. Y desde el principio del siglo, surgía aquí y allá la idea de un "budismo socialista" o de un "budismo radical". La mayoría de veces, este primer impulso fue reprimido violentamente. Durante la guerra ruso-japonesa de principios de siglo, un asunto que implicaba a religiosos también tuvo una gran resonancia en Japón. Veintiséis personas pertenecientes a un movimiento de inspiración marxista y anarquista fueron arrestadas por alta traición y conjuración contra el Emperador. Entre ellas, el editor de la traducción japonesa del Manifiesto del Partido Comunista y cuatro monjes budistas entregados a la causa del pueblo. Uno de esos monjes, Gudô Uchiyama, de la escuela Zen, ha dejado una amplia obra escrita que permite circunscribir sus reflexiones. Sus lecturas de los autores sociales le habían llevado a la conclusión de que las doctrinas budistas y marxistas compartían el mismo ideal social. Por esto, le pareció que era su deber de monje militar por el desarme, el pacifismo y la nacionalización de las tierras. Cuando en 1907, el partido socialista japonés fue prohibido, Uchiyama siguió imprimiendo sus libros en la clandestinidad donde hacía un llamamiento a las reformas sociales y económicas. Arrestado en 1909, fue condenado a siete años de cárcel por actividades subversivas. Cuando estaba en la prisión, fueron arrestados otros militantes. Sus libretas y octavillas eran re-leídas, como su Manual para los soldados imperiales, donde pedía a los militares que desertaran. Finalmente acusado de alta traición, Uchiyama, monje budista y marxista, fue fusilado junto a otros conspiradores. Este asunto que marcó la opinión japonesa de la época es, en este aspecto, revelador de este encuentro inesperado entre Oriente y Occidente. Véase la amplia literatura sobre el Budismo comprometido que se encuentra en la web.
[3] Si bien esta relación entre el budismo y la política se está manifestando con mayor énfasis en la actualidad, como se dijo ha sido una constante en la historia de los países budistas. El emperador hindú Asoka (268 al 239 a.C.), de la dinastía Maurya, una especie de Constantino hindú, se convirtió explícita y públicamente al budismo y lo extendió más allá de sus fronteras. Se cree que Menandro, uno de los reyes helénicos de Asia Central, sucesor de Alejandro El Magno, se convirtió al budismo. El príncipe japonés Sotuku declaró el budismo religión oficial de la corte Yamoto durante el 592 de nuestra era. De todos los linajes reales budistas, el tailandés, antes reino de Siam, ha sobrevivido con mayor vigor. Tailandia fue el único país del sudeste asiático que no sufrió la dominación del colonialismo occidental, situación que permitió a su monarquía tener una estable continuidad para construir su propio camino hacia la modernización. Uno de sus monarcas promocionó una forma de budismo compatible con la ciencia occidental moderna. Así como el budismo en algunos casos es creencia oficial, en otros ha sido perseguido, tal como sucede con el Dalai Lama tibetano, el decimocuarto entre los líderes religiosos y seculares del Tíbet, que recibió el Premio Nobel de la Paz. Llama la atención cómo en la era de la globalización el budismo se está adecuando a los cambios, pero manteniendo su esencia, y que los monjes budistas encabecen la lucha a favor de la democracia, una forma política creada por Occidente. Véase al respecto “Budismo y política”, por Francisco Miro Quesada, publicado en la web www. elcomercio.com.pe el 7 de enero de 2008.
[4] Digo poco usual, pero seria más claro decir que ha sido poco documentada, ya que en desde la guerra de Vietnam se conocieron muchos casos de importantes monjes budistas que se prendieron fuego para protestar contra esta atroz guerra.
[5] Véase “la Tragedia de Myanmar” por Fred Weston, publicado en la web http://www.iade.org.ar/ el 26 de octubre de 2007.
[6] Ibid.
[7] Ibid.

“ESTAMOS UNIDOS PARA LUCHAR Y NUESTRAS TIERRAS PODER TITULAR”





























La Lucha por la Tierra en el Pacífico Colombiano
Por Carlos Gustavo Rengifo Arias

Públicado en el Periódico Periferia, Prensa Alternativa, N0 32, Agosto 15 - Septiembre 15 de 2008, Medellín. en: http://www.periferiaprensa.org/index.php?option=com_content&view=article&id=123:estamos-unidos-para-luchar-y-nuestras-tierras-poder-titular&catid=46:edicion-32&Itemid=60

En julio de este año mi amiga Paty (la india, como comúnmente le decimos algunos) me invitó a Cristianía (Antioquia), uno de los resguardos indígenas donde habitan los “hijos del Maíz” ó los Embera-Chami como se les conoce comúnmente. No sabía muy bien a qué iba. Paty me decía en el camino: “Caliche, vas a conocer a mi gente”, pero mi ignorancia respecto a cuestiones indígenas me puso a imaginar que estaría con aquellos indígenas parecidos a los que comúnmente encontramos en nuestras calles pidiendo una moneda, aquellos de vestidos bonitos y coloridos pero con alma entristecida del hambre y el sol. Y sin embargo, apenas llegamos al resguardo encontré a gente más bien parecida a campesinos, nada de trajes extraños, aunque sí hablaban un lenguaje del cual no entendía nada pero me daba la sensación de que las montañas, el cielo, los ríos y la naturaleza en su conjunto se hacían palabra hablada.


Poco tiempo después de bajarnos del auto llegó una gran Chiva o escalera, esos grandes y coloridos transportes propios de nuestros pueblos cafeteros. Allí venía mucha gente, negros, indios, blancos, que al encontrarse con la comisión de recepción Emberá comenzaron a hablar un lenguaje más comprensivo para mí: los abrazos y las risas, que se brindaban como fruta recién cosechada. Después de ver un pizarrón que colgaba de un muro entendí de qué se trataba el viaje: allí se realizaría un encuentro Inter-étnico, con la presencia de habitantes del Pacífico Colombiano que se encontraban para socializar el clima de persecución y violencia que viven los habitantes de esa región por parte de paramilitares, guerrilleros, narcotraficantes e incluso del ejército; y para elaborar estrategias de resistencia y de lucha.


No era este el primer encuentro. Ya antes se habían realizado otros cinco. Paty me decía mientras caía el sol: “Caliche, aquí hay indígenas Wuonan (habitan en el Chocó y una parte de Panamá), Eperara Sapidara, afros del río San Juan, del río Naya, Compañeros de Cupica, de San Joaquín, y los mayores del Cric (Consejo Regional Indígena del Cauca)…”. Y yo le respondía con un gesto comprensivo, como si mi conocimiento geográfico y étnico fuera amplio. Este encuentro hacía parte de una Escuela Afrocolombiana, Indígena y Campesina que viene creando estrategias para fortalecer los procesos organizativos de los habitantes del Pacífico Colombiano y para defender su territorio de la invasión de actores extraños a la región, porque los habitantes ancestrales de aquella zona están siendo asesinados y desplazados.


La masacre del rio Naya, una masacre anunciada y conocida por el gobierno.


El evento central del encuentro interétnico consistió en la socialización de la situación de destierro en el Pacífico Colombiano, un territorio que abarca los departamentos de El Chocó, el Valle del Cauca, Cauca y Nariño. Uno de los asistentes comenzó a narrar que las relaciones interétnicas de los habitantes del pacífico colombiano (que ya existían a partir de 1989) fueron destrozadas por paramilitares en abril del 2001, cuando estos perpetraron una masacre en una de las más importantes y emblemáticas cuencas del pacífico colombiano, la del Rio Naya (que separa a los departamentos del Valle del Cauca y Cauca); allí murieron más de 100 personas entre campesinos, indígenas y afros (antes de esta masacre habían sido asesinados a cuenta gota y arrojados al río Cauca cerca de 400 personas en seis meses a manos de los paramilitares. Y en el 2000 el E.L.N. había maltratado continuamente a la población y asesinado a Elías Trochez, gobernador del Alto Naya, bajo la acusación de colaborar con paramilitares).


Esta barbarie ocurrió aunque la defensoría del pueblo había lanzado durante esos seis meses diversas alertas al respecto. Lo que ha venido ocurriendo en la cuenca del río Naya y de igual manera en el resto del pacífico colombiano tiene que ver con un problema histórico colombiano: la tenencia de la tierra. Allí distintos grupos armados ilegales se han establecido para cambiar la vocación productiva de la región hacia el narcotráfico (en el caso de los grupos armados ilegales) y a partir de los 80´s una nueva élite empresarial (con recursos también del narcotráfico) se establecía deseosa de invertir en tierras, ganadería, proyectos agroindustriales, extracción de minerales y madera, camaroneras, pesqueras y otras industrias.

En relación al negocio del narcotráfico este se ha venido desplazando por las fumigaciones de las zonas tradicionalmente cocaleras (Caquetá, el Caguán, Putumayo, etc.) y viene subiendo por Nariño hasta el Chocó. Allí las Farc, los paramilitares y hasta el ejército tienen acorralados a los indígenas y afro descendientes de la zona. “Ya no se hace cacería como antes, -dice un indígena Wuonan-, no se pueden hacer los trabajos normales, se ven bajar los muertos por el río”. Lo mismo dice un afro descendiente: “entra el blanco de afuera y vienen por la coca, los que dirigen las lanchas son los del Caguán, pero nosotros somos los que ponemos los muertos”. Allí la situación es casi de esclavización: “el indígena que raspa se lo bebe todo en las cantinas, cuyos dueños son los mismos que cultivan la coca” -decía otro de los asistentes. La situación se complica porque el cultivo de coca está desplazando los cultivos de pan coger. “Las comunidades están dejando de sembrar comida, cuando llega la fumigación o los bloqueos alimenticios hay hambrunas en las comunidades”. Esto hace que los alimentos se tengan que traer casi en su totalidad de afuera a un elevado costo, llegando una libra de arroz a costar hasta 3.000 pesos.

Mega proyectos y Fuerza Pública.

Como se dijo más arriba, gracias a la gran riqueza del pacífico colombiano se vienen construyendo una serie de mega proyectos que no benefician directamente a sus poblaciones sino a algunas multinacionales. Como el proyecto Arquímedes, que pretende canalizar el río San Juan para unirlo con el río Atrato; la construcción de la carreta Malaguita, los estudios exploratorios por parte de Ecopetrol para la extracción de hidrocarburos sin consultas previas a las poblaciones y negando cualquier autoridad a estas; el cultivo de Palma Aceitera y la aplicación de ganadería extensiva.

En estas zonas se han construido bases navales para “proteger” los proyectos, pero en lo que se han convertido es en el principal obstáculo para la organización de las comunidades. Como dice uno de los habitantes del bajo Cauca: “a nosotros nos tratan como si fuéramos guerrilleros, cuando queremos recuperar a nuestros muertos no nos escoltan sino que nos catalogan de guerrillos; el ejército ha llegado hasta ocupar la escuela San Pedro Claver en el municipio de San Buenaventura y la ha tomado como una base militar”. Y esto a sabiendas de que lo prohíbe el Derecho Internacional Humanitario, lo que demuestra que la fuerza pública con connivencia del gobierno y de su presidente a la cabeza está dispuesto a violar la ley y los acuerdos internacionales para derrotar a la guerrilla (como ya lo hizo con la utilización del símbolo de la Cruz Roja en el rescate a los 15 rehenes).

El comportamiento del ejército hacia esas comunidades es prácticamente de acoso y persecución: “nos tratan de guerrilleros, nos hacen requisas continuas e innecesarias y hasta nos peluquean gratis, pero lo utilizan para interrogarnos”. La situación de lucha por el territorio ha llegado hasta el colmo de que los campesinos, los indígenas y los afro descendientes están peleando 300 mil hectáreas con el gobierno. “No nos quieren reconocer la propiedad sobre estas tierras, aunque las hemos habitado históricamente- dice uno de lo habitantes de la zona-. Se las quieren dar a la Universidad del Cauca para hacer Biocorredores”. Por último, en el Chocó se vienen explotando los recursos naturales de manera indiscriminada sin que la Corporación Autónoma del Chocó haga nada para controlarlo o evitarlo.

La situación del pacífico colombiano y el caso del río Naya fue socializado días después en la Universidad de Antioquia por parte de distintos colectivos de Derechos Humanos y en dicha presentación se evidenciaba algo escalofriante: la situación de destierro que allí se presenta no es producto de la guerra sino objetivo de esta. “En efecto, la urgente necesidad de “lavar” (legalizar) recursos económicos obtenidos del narcotráfico ha concurrido con el interés del Estado de modernizar el agro colombiano, propiciando las condiciones previas para llevar a cabo dicho proyecto. La invitación a los inversores, nacionales o externos, a invertir en modernos proyectos agroindustriales de alta rentabilidad (principalmente Biocombustibles), requiere un previo despeje (de población) de grandes extensiones de tierra para dichas inversiones”[1]. Esta situación reproduce y le da continuidad al conflicto colombiano por la tierra.

“No queremos morirnos a balazos sino morirnos de Viejos”.

A raíz de esta situación, en el 2003 se comenzaron a realizar las primeras reuniones para restablecer las relaciones entre las etnias del Naya y allí se llegó a una conclusión: las distintas comunidades debían ponerse de acuerdo alrededor de la defensa de un derecho común, y este era el territorio. La idea surgió de una hermosa reflexión de los indígenas Eperara Sapiaadara, para quienes el río Naya representaba “la Casa Grande” o la casa de ceremonias y entonces tenía que manejarse el territorio como si fuera esa casa grande. “Llegamos a la conclusión- decía uno de los asistentes- de que aunque éramos negros, indios y campesinos teníamos los mismos problemas y además nos unía el territorio”.

Se trataba entonces de construir unidad en la diversidad, “Kinishia Waubua” -como diría un indígena-, que significa “el pensamiento para pelear y defender”. Es decir, no podían permitir que existieran más divisiones entre las comunidades ya que tenían los mismos problemas. Consideraron importante entonces olvidar las diferencias culturales para ponerse de acuerdo en cómo vivir, y sobre todo cómo no dejarse sacar de sus tierras. De esta manera surgió la escuela Interétnica, como una estrategia para manejar el conflicto presente en el pacífico y para defender el territorio.

El acoso, persecución y aniquilación antes narrada configura una situación que puede configurarse de genocidio étnico y está destruyendo lentamente las distintas culturas presentes en el río Naya y el pacífico colombiano, ya que ha venido destruyendo paulatinamente las costumbres, la expresión, la lengua, la memoria, las prácticas tradicionales, los saberes etc., de los habitantes indígenas, afro-descendientes y campesinos de la región. Por eso la defensa del territorio no es solamente por la tierra, pues territorio significa sobre todo lo que se desarrolla en ella. De aquí la importancia de defender el territorio, ya que defenderlo es defender también la cultura de aquellas comunidades. La estrategia para no dejarse sacar de sus territorios ha sido exigir al gobierno la titulación de las tierras, ya que es esto – según ellos- lo que garantiza que no los desplacen y que puedan volver los que por temor a morir asesinados se han ido. Sin embargo, el gobierno colombiano se ha opuesto a esto y parece privilegiar otros intereses.
Vivir en paz y morir de viejos es lo que desean los habitantes del Pacífico Colombiano, un deseo que tenemos todos en cualquier lugar de Colombia.

“Estamos unidos para luchar y nuestras tierras poder titular,
estamos unidos para luchar y nuestras tierras poder titular,
Estamos cansados de tanta maldad
Y solo queremos vivir en paz…”

(Canto de afro descendientes del Rio Naya)

[1] Pacifico Colombiano, EL CASO DEL NAYA, 22 de julio de 2008, Universidad de Antioquia, Informe de IWGIA (Grupo Internacional Sobre Asuntos Indígenas) Y Jenzera Colectivo de Trabajo.